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lunes, 12 de septiembre de 2016

Eres mío.

Eres mío.
Sólo mío.
Mío.
Y no me costó nada saberlo.
Fue tu primer "hola",
fue tu primer rechazo y 
fue la ausencia de ese "adiós"
Fueron esas bienvenidas con besos al aire,
fueron esas risas y sonrisas que hacen perder el miedo.
Son los buenos días, las buenas noches.
Es una sinceridad de cien años.
Historia que semana tras semana se complica, 
se implica.
No, no termina.
Tenemos silencios de los más cómodos que en muchas conversaciones hay.
Es un "hacernos un bien" es un
"Me haces muy feliz"
"Me gustas"
"Me encantas"
No necesitamos escucharnos, porque nos entendemos.
Es una ausencia de sonidos, para que valores de palabras mágicas, no pierdan sentido.
Que eso, ya lo pierdo contigo.
Es imposible, 
incompatible, 
Incomprensible,
inconfundible.
De tu "Yo"
Y el mío,
lo que nos une en un presente distante.
Es un tiempo que pasó tatuándome tu desnudez,
mientras cumplo la condena de un deseo eterno.
El de tenerte siempre conmigo.
No quiero perderte.
Jamás.
Ere ese Todo que jamás pensé que iba a encontrar.
Eres ese Todo sin la necesidad de nada más.
Eres mi amor platónico. 
Convertido en realidad.
Es la ausencia de espacios que compartimos.
De momentos que jamás se olvidan.
Me enamoras, tu, tu sonrisa.
Ya lo sabes, lo sé : eres mío. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Por y para.

Un lunes.
O viernes.
O domingo.
Y si llueve, mejor.
Así, escribo.
Leo, tarareo mis canciones favoritas.
Y me pongo a pensar.
Y si encima hace mal tiempo,
que te voy a contar.
Así que, escúchame, atentamente.
Por favor.
Conoce a alguien.
Alguien que te de miedo, 
que te de miedo por qué pasara, 
miedo a perder el miedo.
Que te ponga en duda tus "ahora sí? Ahora no?" 
Que te desastebilice la cabeza.
Y ya que estamos, que te deshaga la cama.
Y las ideas tan absurdas de que es "l amour fou"
Que los esquemas de tu cabeza, los lié, 
Mientras te lías tú en su pelo.
Conócelo, pero de verdad.
Sus miedos, sus ganas, sus límites ...
Cierra los ojos, y consigue ver más allá.
Abre la mente, esa mente que tienes tan mágica.
Sueña. Sueña mucho.
Soñad mucho, y jamás los desperdicies por quedaros dormíos.
Despertad, de un sueño que es más acogedor que la pura realidad.
Lucha, no te canses. Dile que no se canse de luchar por ti.
Todo lo que merece la pena, merece el esfuerzo.
No te detengas, no hagas que él se detenga.
Se fuerte, hazle fuerte. Hacéis fuertes el uno al otro.
Protegele.
Cuéntale que es lo que más te gusta de estar en soledad.
Haz que te ame, y que te odie.
A veces odiar es la manera más bonita de amar en todo su expender.
Se exigente, inconformista.
Que no necesite estar a tu lado.
Pero que a pesar de todo, lo prefiera.
Antes que nada.
Querer, no es necesitar.
No, no.
Es ir.
Es ir más allá.
Que no todos los pasos separan.
Que lo que separa, es el miedo a andar.
Reconócelo. 
Da un cage que para que las prisas...
Pero tú, no te pares.
Corre.
Corre y vuela si hace falta.
Vuela, porque el amor es eso.
Saltar al vacío y esperar que en la caída te crezcan las alas.
No te quedes callada.
Lo silencios son ensordecedores.
No pierdas oportunidades.
No mires a los ojos, abarca mucho más.
Sé que puedes,
Y que sobre todo quieres.
Prioridad.
Tómatelo como prioridad, no como ausencia de la prioridad y lo tomes por secundario.
Ámale.
Ámale llegando a la locura que dicen que es lo más sensato del amor.
Mírale, las miradas sinceras jamás mienten.
No mientas.
Jamás.
Siempre con la verdad.
Búscale donde jamás puedas encontrarle.
Donde jamás creas que pueda estar.
No le engañes, te quiere.
Y que no te engañe, le quieres.
No os engañéis.
¿Te gusta? 
¿Le gustas?
Díselo. 
Que te lo diga.
Hablad.
Que te valore. Y valórale tú a él.
Valorad el presente, que es lo que hay ahora.
El hoy.
El tiempo es ya.
La vida pasa, y tú con ella.
Y con ella lo demás.
Los trenes jamás vuelven,
No seas de las que corren detrás de trenes perdidos, se de las que esperan s la estación al tren indicado.
Porque.. Pasan mucho.
Pero ¿cuántos de verdad? 
Pocos.
Confía, confía en el.
La mejor manera que tenemos de poder confiar en alguien, es confiando en esa persona.
Hazlo.
Pero.
No te dejes ganar.
Ni intentas ganar a nadie.
Vales mucho, valórate como tal.
Valórale y valoramos como unidad complementatoria.
Añade poco a poco y a la larga conseguirás que sea mucho.
No mendigues amor.
Ni recogas amor barato.
Al igual que tampoco vendas algo que no, algo que no eres.
Mereces más, y el también merece más.
Se paciente.
Que todo llega.
Pero ¡eh!
Un compañero, un cómplice, un amigo, un amante, un hermano, 
Alguien de verdad.
Único.
Mágico.
Temblar sin estar presente.
Sonreír sin verle.
Que no sea su sonrisa lo que te vuelva loco, si no el hecho de saber que es feliz contigo.
Que no es en sí esta sonrisa tonta que se pone al pensarte.
Ni el brillo en los ojos, al soñarte.
No, la clave es en quien.
La cosa va de provocar.
Con mucha locura.
Y una pizca de cordura.
Nada normal.
Que ese es el problema de la gente.
Busca lo común, dejando de lado lo excepcional.
Querer.
Querer por encima de todo y de todos.
Con magia, mucha suerte y magia.
Pero sin trucos.
Aunque la suerte puede que sea, 
habértelo encontrado y que se haya quedado en tu vida.
Para siempre.
Por y para.


miércoles, 31 de agosto de 2016

,

Qué bonito, nos parece todo.
Todo, cuando todo va absolutamente bien.
Quiero decir, cuando todo creemos q nos va bien, 
porque así queremos que vaya.
Y nos confundimos.
En realidad, nos encanta complicarnos.
Que si un día queremos que nos digan todo lo q sienten.
"Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, no te quiero perder nunca"
Y nos acojonamos y pensamos "dios, ¿porque se arrastra tanto?"
Y otros nos conformamos con corrernos en el sofá más cómodo que encontremos.
Pensando "¿porque no me dirá lo que siente?"
Que si, que parece que todo es fácil.
Pero no.
Ni el diario de no ah está basada en hecho puramente reales, ni Romeo y Julieta murieron por amor eterno.
Nos llenamos de silencios y eso a veces nos aterra.
¿Porque ?
Porque no nos dejan enseñar ni mostrar lo que en verdad queremos decir.
Nos callamos.
O mentimos.
¡Ay, las mentiras!
Esas mentiras piadosas que hacen un mejunje de desconfianza y un colchón de inseguridad en toda relación...
Pero puede ser también, que el error sea nuestro.
Que si queremos que nos abracen mientras dormimos.
Y otros días que si sobras en mi cama.
No queremos admitirlo, pero odiamos estar solos.
Buscamos a alguien que se almolde a nuestras necesidades momentáneas y le perseguimos, vendiendo amor falso y autocreérnoslo a nosotros mismos.
En vez de luchar y decir la verdad, 
seguimos bailando enfrente de un espejo sucio,
Cantando -muy mal- en la ducha, nuestra canción favorita,
Compramos ropa interior bonita con la esperanza de que alguien se fije en la "VS" grabada detrás.
Y nos la arranquen a los 3 segundos de vérnosla puesta.
Y callamos.
Y gritamos en silencio.
Y mentimos mucho.
Y nos guardamos la verdad, como si se tratase de un tesoro, cuando en verdad no se trata más que de unas míseras palabras que traen paz a la mente.
Y lloramos cuando nadie nos ve.
Y reímos cuando nos hacen una foto.
Y sonreímos a veces sin querer, queriendo intentar decir,
Que esto es la vida,
Y que la vida son 
Momentos,

sábado, 27 de agosto de 2016

Jamás.

"Existen personas capaces de perturbar toda tu vida.
Con tan solo una mirada.
Desde el primer instante que las conoces.
Las reconoces de inmediato, basta con solo miraros.
Tienen esa habilidad.
Esa pequeña habilidad de acariciarte el alma.
Con tan solo un ápice de insinuación.
Con una pequeña pícara sonrisa.
Y tu, 
Tú sabes que desde ese momento.
En adelante.
No podrás evitarle, jamás"

Ser único.

Eres el ser, 
el ser más complicado que he conocido nunca.
A veces tienes tales paranoias que es imposible no odiarte. 
Te odio.
Y te odias.
No te gustas, porque no eres perfecto.
Lo sé, no lo eres..
Pero.
¿Y, quién si?
Te quejas constantemente.
Ya sea de los defectos, de tu temperamentalidad, de tus inseguridades, de tus totales contrasentidos...
Pero tambien eres la persona más dulce que conozco.
Lo más sensible que hay.
Escondiéndose en esa capa de hierro, fingiendo ser un cabron.
Dices odiar el romanticismo, y luego en verdad te pierdes por un abrazo.
Te encariñas muy fácilmente, y das tu pequeño gran corazón, a quienes amas.
Amas tanto, y tan fuerte.
Que te quedas incluso cuando las batallas están perdidas, cuando no hay nada más, pero tú te quedas, te quedas hasta el final.
Aún así debo convencerme que debo odiarte.
Pero no. 
No puedo.
Prefiero amarte.

jueves, 25 de agosto de 2016

Día tras día.

"Ring ring ring" 
El despertador suena, otro día más.
Nos levantamos, nos aseamos, medio desayunamos...
¿Se me ha olvidado decir que son las 6 de la mañana, cuando nos disponemos a salir por la puerta de casa?
Y que no se te olvide, ni la comida, ni los apuntes. 
Detrás de toda la mañana, tocan las clases.
De punta a punta y tiro porque me toca.
El triángulo de mis Bermudas, desde el centro hasta el noroeste y del noroeste al sudeste.
Para concluir otra vez en el centro.
Así, día tras día.
Detrás de bus, metro y bus.
De pensamientos tales como "¿a ver qué me toca hoy? La verdad que no me apetece, estoy cansada..."
Llegamos.
"Uf menos mal, las siete y media"
Ahora, vístete, deprisa, esperan tu llegada.
Blanco impoluto, recién planchado, "mm huele al detergente de cuando era pequeña" 
Coleta o moño alto y empecemos.
"Venga coge la torre, y empieza con las constantes, te están esperando ya"
Habitación, por habitación, temperatura, tensión, oxigenación y pulso. Fármacos de mañana, o de las 8 de la mañana, quita inhaladores, pon los sueros, paciente con fiebre, avisa corriendo.
Preguntas por qué tal la noche, y te concluyen contándote que su hija trabaja en mafre.
Terminas, preparas la medí, (medicación de todo el día).
Se realizan curas, se realizan ínterconsultas, se realizan preoperatiros... 
Viene esa familiar que tanto cariño te ha cogido y solo es capaz de llorar contigo. 
"De verdad Carlota.. De verdad no puedo..." Dice entre sollozos y lágrimas, esta señora que tiene la edad de mi madre... Y yo? Yo que hago, a mí esto no me lo enseñan en la universidad, ni en los libros!!
"Lo sé, quiere una tila? No entre llorando, no quiero que la vea triste, si no ella también se pondrá así" 
"Gracias Carlota"
"Gracias porque? No he hecho nada"
"Si, si que haces, todos los días espero que vengas para que me escuches, nadie lo hace mejor que tú, y mi niña todos los días se despierta con tu espléndida sonrisa y con tu maravillosa felicidad dándole los buenos días y preguntándola que qué tal la noche! De verdad gracias"
Las 12, repartición de medicación, cambios de sueros y estar pendiente de que no piten las bombas.
Y cuando te quieres dar cuenta las 14 
Bajas a comer, "corre tía, que no nos da tiempo"
A las 15:39 estamos cogiendo el bus en plaza de Castilla que nos lleva hasta la uni... Ay dios y más de una ve algún disgusto de no llegar a clase...
Llegamos a pozuelo, las 16 empezamos las clases.
Café en vena por favor.
Un tocho de farmacología y clínica 2...
Terminamos y a las 22 llego a casa ... Así día tras días.
Trabajos en grupo, trabajos solo, estudiar apuntes, estudiar el aula virtual, realizar exámenes tipo. ..
Llevar las asignaturas al día es carrera de obstáculos.
"Aprendeos las tablas de desequilibrio ... Son muy importantes"
"Mañana tenéis simulador, prestad atención que el siguiente es el examen"
Día tras día ... Día tras día.



viernes, 19 de agosto de 2016

Algo más.

Las cosas empezaron como empiezan todo lo malo y bueno que nos depara la vida.
Casi sin querer.
Como un punto de gracia a la vida.
Como una serendipia. 
Que si cine, mantas, vino, cervezas, risas, complicidad, miradas de ternura y pasión.
Besos que indicaban que querían borrar el pasado, o al menos hacerlo menos doloroso.
Ya sabes, todos tenemos historias que duelen, o a veces, pican.
Así, así pasamos días, y días y días, hasta que uno de los dos pidió algo más.
"¿Algo más?" 
Algo más de cerves? De vino? De tardes de domingo?
No, tan solo más.
Más de todo, también se podría decir.
Ese fue un punto de ruptura para que el terrero liso y perfecto, se combirtiera en arenas movidizas, y empezará a desnivelarse o al menos para uno de los dos.
Vinieron pretextos, regates, regañonas tontas, mensajes a deshora, llamadas que separaban más que unían...
Se empezó a cumplir esa Estupidas y absurda teoría de que "el amor son vasos comunicantes donde uno quiere y otro se deja querer"
Puta vida.
Injusta eres.
Al final. 
El corazón, que sin presupuesto alguno, se canso.
Al igual que te cansaste tu.
De perseguirme por las noches, de no encontrar las llaves que abrían mi alma.
Y de repente una de esas tardes-noches mágicas, después de semanas poniéndote excusas absurdas para no vernos.
Me enteré.
Me enteré que volabas en otro colchón, ese, que tantas veces esquive y que era mucho más cómodo que el mío.
Y que esa persona era mucho más mágica que yo. 
Y ahí, justo ahí.
Empecé a quererte.

viernes, 12 de agosto de 2016

Tic tac

Empezaba el gusanillo de nervios a bailar por mi esófago 
y por la carretera recta, llegaba hasta mi estómago.
Se movían como orugas,
queriéndose convertir en mariposas.
Mariposas venenosas,
de esas que te atrapan y te muerden sin consuelo.
Se movían las paredes del estomago como se mueven las manecillas del reloj, 
igual.

Tic tac tic tac

-Llega ya- gritaba mi cabeza.


A un día de verte,
y mis pulmones ya se habían olvidado de respirar.
Y así,
así hasta las supuestas 22:15,
que habíamos quedado.

Que todos sabemos que cuanto 
más tardamos en ver a alguien,
más insufrible se hace la espera.

Tic tac tic tac

-Llega ya, maldita sea-

Calor, llegan golpes de calor a Madrid.
Y yo deseando que el único golpe de calor que me de, sea en tu cama.

¡Venga, va! ¡Ven ya! ¡Date prisa! 

¡que mis venas ya recobran la vida!

Buscamos un rincón donde sentarnos, 
o mejor dicho un lugar donde cobijarnos.
Del murmullo que se forma al anochecer, 
de tu mirada.

¡Pum!

Extalla.
Extallan tus ojos al verme reír, y esa imagen la pongo en mi perfil.
Me la guardo, solo para mí.
Que a mí jamás, me ha gustado compartir.
Y menos si es tu cara. 

He de reconocer que cuando te vi, 
explote.
Recobre la vida que me faltaba.
Y por primera vez entendí toda la poesía que antes se me pasaba.

¡Pum!

Todos, todos los puntos versos,
llevan tu jodido nombre.


No podías ser, otra cosa que algo.
Algo utópico.
Difícil de ver.
Valiente suicida,
haciéndome que me enamore de el.

No te imaginas como late mi cuerpo,
como tiemblan mis piernas,
no te haces a la idea.
Batimos el récord de romper las reglas.

Y yo,
yo sigo sin entender.
Que coño haces aquí?
A qué has venido a mi vida?
Por qué yo.
Por qué a mí.

Con lo calmada que estaba
Con lo traviesa que era
Con lo poco que sentía
Con lo perdida que andaba 


Y claro, joder.
Después de conocer tu anatomía -entera-
De arriba abajo, de abajo arriba.
Pasando por la mi(t)ologia.
De todo tu ser y de tu alter ego.

¿Cómo puedo?
¿Cómo puedo?


No quedarme con tu tempestad,
con todos tus miedos.


Déjame, déjame.
Besarte las heridas, 
quiero curarlas, besarlas y cerrarlas.
Quiero no pensarte una vez más por semana,
la rutina mata.


Y yo, solo muero por tenerte aquí al lado.




Perseida.

Gracias.
Gracias por enseñarme.
Enseñarme a valorar la importancia que tienen los "pequeños gestos", que sin lugar a entrar en dudas, son los más grandes.
Y es que las pequeñas sensaciones son las que provocan emociones gigantescas 
Enseñarme a vivir.
A querer vivir arriesgándome en mares de dudas infinitas.
A vivir. Solo eso.
Ya sabes, no todo el mundo sabe vivir.
No es saber estar, ni creer sentir.
Es hacerse sentir y querer sentirlo también.
Disfrutar cada momento, que como dicen, debe ser especial.
Paremos el tiempo.
YA.
¿Lo hemos parado? 
Bien, perdámonos en las miradas de miedo, frustración, odio y temor que inundan nuestros ojos.
Perdámonos, para poder así encontrarnos, de nuevo.
Cerrando un ciclo y abriendo otro.
Miremos más allá. 
Miremos para que nos vean no sólo por fuera, si no también por dentro. 
Porque para llegar a lo verdaderamente importante, se necesita querer saber más.
Mostrar mayor interés, comprender, escuchar ...
Mensajes, detalles con doble sentido ambiguo.
Algo bipolar, como tú.
No querer soñar, mejor despertar y volar. 
Respirar, no sólo con los pulmones, respirar aire tan puro que nos queme la tráquea.
Abarcar todo todo y más.
Sonreír a mitad de un beso, comernos enteros.
Confiar. Sobre todo confiar.
Sonreír de felicidad, sin porqués, o por alguien. 
Que piensen que tenemos locura en nuestra vida. 
Que piensen que estamos locos de remate, por todo lo que nos sale mal en la vida. 
Y todo lo bien que se nos da vivirla.

martes, 5 de julio de 2016

Magia.

Hoy me he levantado con ganas de comerme el mundo.
O de comerte la boca, quién sabe...
Porque en realidad nadie sabe, ni yo misma creo.
Los desbarajustes tan sumamente irracionales e incoherentes que realizas en mi mente.
¡es horrible! ¡Odioso! Y ¡precioso! 
Todo ello a la vez.
Como cuando mezclas todo para hacer paella, y te sale la más buena del mundo.
Pues igual.
Sentimientos contradictorios y totalmente absurdos, que se mezclan y crean una perfecta sinfónia llamada : magia.
Aquí, quería yo llegar.
Magia es una palabra derivada del latín, que significa "cualidad sobrenatural" algo así como una diversidad de acontecimientos fantásticos que parecen sacados de cuento, pero todo ello en la vida real.
Lo sé, sé que los unicornios no existen, sé que los príncipes azules tampoco (o eso espero, una persona cianotica debería de estar en un soporte vital avanzado!!) 
Pero si sé que existen las ganas de no querer estar con nadie más que no sea una persona, sé que existe un proceso el cual nadie puede describir, porque nadie es capaz de sentirlo siempre igual, un proceso que hace que te brille la cara y se te ilumine la mirada. 
Eso, también lo considero magia, mucho más que un viejo truco de cartas de "acierta cual he sacado"
Si si, mágico todo.
Desde que llega ese mensaje, e inicia un chasquido de tu cerebro que hace que no puedas parar de contestar, de leer de querer más y más y más ...
Sientes una conexión, un vínculo que llega más allá que cualquier otro que hayas sentido alguna vez.
Notas que todo fluye, quee las horas son segundos, que los días pasan fugazmente sin ser capaz de asimilar la situación de "serendipia" que llegó a tu vida.
Todo se vuelve mágico, especial, formando todo una armonía perfecta, como las que hacía Mozart o Beethoven, es una melodía que no escuchas, si no que interpretas.
Y vuelves a tocar, todo encaja, los dedos entre teclas de piano...
La tocas, tocas la vieja melodía que un día creíste que no volverías a tocar jamás, pero no, el instrumento lo encuentras y vuelves a apoyar las manos y a dejar que todo fluya, vuelves a recordar, a creer, a confiar, a notar que todo tu cuerpo se estremece con una mirada, que tus piernas tiemblan estremeciéndose en un cálido manto lleno de gemidos y giros imprevisibles y cambiantes. 
Sientes, que eso te abre todo los poros de tu piel, abriendo cicatrices y dejando que se curen.
Entonces te das cuenta, que eso es la magia. 
Que est es magia, y que cuando dos cuerpos interactúan de esta preciosa forma, inigualable y enigmática, es imposible no acceder a querer sentir más.
Porque entonces te das cuenta que faltaba alguien en tu vida, que te recordara donde estaba la primera tecla del piano que jamás tuviste pero que encontraste por casualidad, y que justo esa persona es la misma que te ha enseñado que la primera tecla, siempre ha estado en ti.
Supongo que tiene razón esa frase de "cuando algo te gusta de verdad, siempre quieres más y más"


Gracias.
Gracias.
Mi vida tendría mucho menos sentido, si no estuvieras en ella.







martes, 7 de junio de 2016

Te quiero.

"Lo digo, lo escribo, lo grito, lo siento. 
¿Porqué éste tabú para tal sentimiento? 
¿No es bonito que te digan "Te Quiero"?
Sólo cuando te dicen adiós en el aeropuerto, cuando hace mucho tiempo que no te ven, cuando hay un enfado por medio o cuando necesitan tu aliento. 
Sólo ahí te dicen te quiero. 
Y p¿orque no hoy? 
¡Hoy también se puede decir te quiero! 
Ojo, hay querer poco a poco, 
a fuego lento, 
tampoco es algo que se dice a la ligera, 
las palabras también tienen su precio, 
pero si lo sientes de verás, 
porque no decirlo, 
venga, 
aquí va un te quiero. 
Un te quiero por ser un gruñón que me pone de los nervios, 
un te quiero porque fuiste un momento, 
de esos de los que escribe la vida, 
sin quererlo, en prosa, poesía y en verso, 
un te quiero con tus errores, 
también con tus aciertos, 
un te quiero porque hay que decirlo, 
porque tienes que saberlo, 
un te quiero porque despiertas sonrisas, 
brisas y prisas, 
un te quiero por tu lado hiriente, 
por tu lado bueno, 
por tu lado torpe y también de frente un te quiero. 
Un te quiero como para dormir en tu pecho, 
para acompañarte a un concierto, 
para enfadarme contigo y besarte en silencio. 
Un te quiero como para pisar hojas secas en un día de noviembre, 
o saltar charcos bajo la lluvia en abril, 
como para abrir un regalo en diciembre, 
y no, no un te quiero para San Valentín. 
Un te quiero como yo quiero, así de simple y sincero. 

Hoy es buen día para decirlo, 
que no hay vergüenza que esconder, 
el orgullo no lo impide, 
tampoco el miedo, 
qué le vamos a hacer. 
Te quiero para alegrarte el día, 
porque así tiene que ser. 
Te quiero aunque sea difícil de entender, 
pero yo quiero así y así creo que se debe querer. 
Sin motivos, sin flores, sin condiciones, sin ataduras, sin explicaciones y sin reproches. 
Te quiero como se quiere a lo que no se debe querer."

jueves, 2 de junio de 2016

Sibarita

Que sibarita me he vuelto.
Me gustan los regalos caros.
Que si un beso robado. 
Que si una carta escrita a mano.
Que si un "vuélvete estoy  detrás de ti" que te dicen por teléfono cuando crees que estas súper lejos.
Que si una canción, nuestra.
Que si una nota, un beso en la frente después de apartar mis mechones de la cara.
Que si un paseo por Madrid, un paseo en bicicleta...
Esos, para mí son los regalos más caros que hay. 
Los que producen sonrisas que valen tantos quilates, que tienen precios desorbitada mente prohibidos.
Me gusta el desorden.
El desorden de tu pelo, y tú mirada.
Enfocando tus ojos a mis labios.
El desbarajuste que tiene tu cabeza, tu mente, eso que provoca que sonría.
Que si, lo sé, me he vuelto muy sibarita.


Eres uno de esos.

Eres uno de esos.
De esos niños que te cruzas y te hacen replantearte muchas cosas.
De esos que llevan el pelo desarreglado y barba de semanas.
Niño que folla abrazado, aferrado a mi esperanza.
Es de los que se emociona si les mando un "quedamos donde siempre?"
Niño de los que se tapan la cara después del polvo más salvaje.
Esbozando ansiosamente una sonrisa y mirada tímida, que expresa el "te quiero" más sincero de todos.
Es de los que se levanta cuando el mundo no está aún en marcha, cuando las calles aún no están preparadas.
Y contémpla desde la ventana de mi habitación, la seguridad que tiene de comerse el mundo tan bien como yo le como la boca.
Es de los que si desaparecen, quedan hueco.
Un hueco que parece más bien un cráter enorme.
Es de los que hace perder la cabeza.
Pero jamás, la esperanza.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Llámame


Llámame para contarme que no estás de acuerdo con mis formas,
sobre todo al mirarte.
Y al desafiarte.
Llámame, para decirme, lo pesada que soy.
Para recordarme que no quieres saber nada de mi, y que no merezco saber nada de ti.
Llámame 
Llamame, para decirme que me he equivoque en las formas de quererte.
-Hace años-
Llamame.
Para echarme la bronca, enfadarte y gritarme.
Para discutir, como lo único que parece que hemos hecho en los últimos tiempos.
Llámame cuando estés borracho, recriminándome que estás en un antro de mala muerte y que has oído mi nombre porque esa noche yo no estaba por allí, a tu lado.
O simplemente Llamame, porque crees que aún te lo voy a coger.
Llama, sobre todo para decirme que odias lo que escribo, para que no me crea un gurú de las letras, mientras para tí mismo, sabes que me lees. 
Llama para preguntar que es de mi vida, para dejarte ver entre líneas que quizás no escribo por, ni para tí, pero que tú aún asocias conceptos.
Llama para preguntarme por ese, que ahora es el que me saca la sonrisa tonta por whatsapp.
Llama, para saber cómo se llama, para saber si también hacemos lo mismo, para saber si siento igual que contigo, y si le trató igual que a ti.
Llamame, Llamame, para preguntarme si ahora tan solo escribo por y para el.
Para oír que no, para oír un NO rotundo por respuesta, pero, ¿mentira piadosa?
Llama, llama otra vez, para contarme lo bien que te va todo, la de colores que tiene la vida desde que no (me) tienes (en tus) planes. 
Llamame, para decirme lo ocupado que estas, lo feliz que eres, y lo poco que te acuerdas de mí.
Llámame loca, absurda, impaciente e incluso mándame a la mierda. 
Como si nunca lo hubieras hecho, y los dos sabemos que sí.
Llama para saber si mi vida va con rumbo fijo o a ninguna parte. 
Llama para saber si sigo siendo aquella que no se peinaba y que solo tenía los pájaros en la cabeza.
Llama, para preguntarme que hago o que planes tengo. 
No sé si para incluirte en ellos, o para reírte de los monótonos y aburridos que se han vuelto.
Llámame antes de entrar en la ducha, cuéntame que en Mayo tampoco podemos vernos pero que puede que en Junio sí, cuando la ciudad se vista de verano con la única intención de querer ser bendecido con el sol, que nos da la vida.
Llama para confirmarme que por fin tienes vacaciones, que no estás tan atareado en tu vida y que buscas una bocanada de aire fresco en los pulmones. 
Llamame rara, clásica en esto de las letras, enamoradiza o pastelosa, llama tan solo para decir que he cambiado. 
Que ya no soy lo que era y que tú tampoco.
Que ya no te reconozco, ni tú a mí tampoco.
Llama para decirme lo primero que se te pase por esa cabeza.
Llama para explicar que sientes cuando lees a otras, ya sea con la boca o con tu cuerpo, que a mí no me va a doler. 
Que hay gente que deja de leerse un libro de repente y se van a la biblioteca y si leen todos los demás a medias, no se sí lo pillas. 
Tú a veces sin querer, eres así.
Llama para que te explique lo que echo de menos de tí y lo que echo de más a la vez. 
Llámame absurda, lamentable o diplomática; ya no escribo a medias tintas entre otras cosas porque lo hago a ordenador. 
Llama y explícame esa última llamada a las seis de la mañana un jueves de enero. 
Llama para explicar tu cobardía, o tu valentía según se mire. 
Llama para decirme a qué tienes miedo, porque tienes miedo.
Para por casualidad, sacar el tema y decirme lo feliz que eres en días nublados al lado de cualquier otra persona que no sea yo, para que tu conciencia y la mía no se olviden del tono de nuestras voces. 
Llamame, porque quieres saber la verdad, desde el principio hasta el final.
Llámame para oírme decirte lo mucho que me importas, lo mucho que quiero que estés en mi vida y lo mucho que te quiero, como amigo, como un buen amigo, pero al fin y al cabo te quiero. 
Llamame,
Llamame,
Llámame para lo que te de la gana, pero si quieres, 
sólo si quieres, 
llámame...

viernes, 6 de mayo de 2016

Insomnio

Todas las semanas tengo insomnio.
He probado con todo, 
Órfidales, dormidina, matarme hacer deporte antes de dormir ... 
Hasta mi mejor amiga me ha traído de Oxford un increíble té "mágico" o eso dice ella, lo probé peoro no funcionó, aún así a ella la he dicho que si, que funciona. 
Que ya duermo bien.
Pero el otro día, me pasó algo mágico, algo especial que se repite cada fin de semana.
Y es estar a su lado, es ese mismo momento en el que me despierto a su lado, miro el reloj y veo que gracias a su respiración, a ese ritmo imperceptible casi mágico, consigo dormir. 
Me desperté y lo primero que vi fue su cara, cerquita de la mía, apenas a un beso sus labios de los míos.
Los ojos que tan bien conozco y me hechizan, bien cerrados y el, 
acurrucado con su almohada como un bebe.
En ese momento me siento dichosa, no sólo por el hecho de que por fin he conseguido dormir, si no ir tenerlo al lado.
Y entonces pienso que si me dieran a elegir toda la vida de insomnio por salir de fiesta, por eventos, por estar con alguien más, ... 
o levantarme a su lado, 
así, 
controlando su respiración, 
me quedo con lo segundo. 

lunes, 28 de marzo de 2016

Y tú, también.

Hace unos días leí eso de 
"Somos de quién nos hace llorar"
Pero creo firmemente que se les olvido escribir ...
"Somos de quién nos hace llorar, de alegría, de pura alegría de vivir"
Que sí, que lo sé.
Que somos de quién nos escribe, 
De quién nos entiende, 
De quién nos trata como seres únicos en la faz de la tierra,
De quién nos entiende con tan solo mirarnos,
De quién nos encuentra adorables, aunque seamos fríos como el témpano.
Somos de quién nos acariza la cicatriz, esa de ahí, que no termina de curarse del todo.
Somos de quién está ahí, para todo. 
De quién día tras día, nos va re descubriendo, 
Nos redescubre cada secreto, cada reto, cada misterio, cada cosa del pasado, 
Sin importar nada.
Somos de quién no tiene secretos ni mentiras, 
De quién podemos confiar, sin penas, vergüenzas, reparos o miedos.
De quién reímos sin copas de más.
Somos de quién nos toma con delicadeza y sobre todo firmeza y seguridad.
De quién nos cuida, nos quiere, y nos espera.
Somos de quién nos antepone como prioridad, no como plan B
Quién nos da su tiempo, su verdad, su libertad, sus miedos, sus anhelos, sus deseos, sus vergüenzas, sus fantasías, sus superaciones, su día a día.
Somos de quién nos da ese abrazo en el momento justo y necesario.
Somos de quién no le importa darnos besos en la cara, hasta que nuestra sonrisa reviente.
Somos de quién escribe ese whatsapp.
Y ese WA "el caso es pasar tiempo contigo, me da igual cómo y de qué manera"
Somos de quién nos ama con todo su ser, y a todo nuestro ser en conjunto.
De quién no nos quiere cambiar por nadie ni por nada.
Quién conoce los tropiezos, los errores y los aciertos.
Somos de quién se queda en los malos ratos, a pesar de los enojos, mal presagios, lágrimas y días sin remedio.
Somos de quién definitivamente sigue a nuestro lado, pase lo que pase, y pase quién pase.
Queriéndonos en todos los momentos, creyendo que aún nos puede conocer más, descifrando cada día un sentido nuevo de nuestra alma.
Somos de quién después de todo sigue aquí, sigue creyendo en nosotros, y que jamás nos cambiaría por nada ni por nadie, que sabemos que siempre estará, 
y por el cual, tú estarás siempre también.




martes, 1 de marzo de 2016

29 de febrero

El 29 de febrero es una fecha especial...
Recuerdo como al entrar a darle los buenos días a mis pacientes se lo recordaba 
"Hoy es 29 de febrero, un día especial... La vida nos regala otro día más!" 
mientras les ponía la medicación y les tomaba las dos mil constantes vitales les miraba, 
y veía una sonrisa esperanzadora de querer poder volver a vivir otro 29 y a la vez un miedo en los ojos de saber que ese era el último que vivirían.
Y en efecto, lo sé.
A mí esto, me está cambiando.
Me está cambiando tanto el modo de ver mi vida, como el modo de vivirla.
Me está tocando el corazón. Mucho más que la cabeza ... 
Y eso a veces duele más.
Me toco el corazón sobre todo al ver que mientras yo paso paciente a paciente, ellos siempre están acompañados, por una persona especial, por alguien que siempre está ... 
Y yo me muero de amor, al ver jurar pactos en un hospital de oncología, de prometer amor eterno, un curar y cuidar aunque sea lo último que se pueda hacer por alguien, es un saber que podrías morir por una persona, que morirías por una persona, sabiendo que la cual no te dejaría morir por nada en el mundo.

Y encima, justo ayer hable con mi mejor amiga de eso 
"Me tiro o no me tiro?"
"Tírate mi amor. Tírate a la piscina de cabeza y con los ojos cerrados, recuerda que la locura es un placer que tan solo las locas conocemos"
Y aquí entra mi dilema.
Mi dilema, lleno de estratagemas. Unas malditas estratagemas que irrumpen siempre en la cabeza.
Que si no me contesta, que si no me habla, que si no me llama. ..
¡Y se nos va la energía!
Intentamos esconder tanto lo que sentimos y dejamos de sentir, que hasta parecemos robots.
Todo por aparentar indiferencia frente a alguien el cual nos vuelve locos.
Quedamos con alguien, lo pasamos genial, nos reímos, comemos, bebemos, todo fluye, todo se conecta, puede que haya sexo, sexo bueno, muy bueno ...
Pero, (ay mi amigo el pero) cuando volvemos a casa, nos hacemos los indeferentes, como si .. Emms no nos hubiese aportado nada, importado lo más mínimo.
Y es que creo, y reafirmó que nos da miedo. 
¡Nos da terror! ¡PÁNICO! 
Pensar que la otra persona no haya sentido lo mismo, que no lo sienta.
Y que al ponerle nuestros sentimientos (corazon) en bandeja... Nos lo aplaste.
Como un niño aplasta una hormiguita en el parque, igual.
Y es que. Creo que en definitiva no queremos parecer vulnerables frente a alguien que nos podría destruir en cualquier momento.
Nos da pavor que nos rechacen, que nos digan eso de "es que te quiero, pero como amigo", nos da temor a quedar en ridículo, que se nos encienda la bombilla de tanto pensar en ese bucle machacador de autoestima "claro, es que vamos a ver cómo le voy a gustar si ..."  Decimos mientras miramos al espejo con cara de circunstancia.
Y es que creo que, qué pasaría si te quisieras más? 
Porque el hecho de no gustar a alguien, no implica que no te gustes tu.
Y no, no hablo de ser Narcisista, (ni Narciso Rodríguez) hablo de presentar sentimientos en bandeja, y aceptar recibir negativas con sonrisas y gracias por la sinceridad bienvenida.
Que el juego de "buah, que me da igual" "pues anda que tú a mí" ese juego de esconderte para que no te hagan daño, de herir al otro para que no te hieran a ti.
Y es que yo sinceramente pienso que si alguien nos gusta, debemos decírselo.
Pero así, sin pelillos en la lengua.
"Me lo he pasado genial contigo, me gustas, quiero volver a verte" 
Y creedme, creedme si os digo que aunque tú a esa persona no le gustes, será considerado hasta para darte la respuesta más acertada para no hacerte daño.
Y claro, que todos hemos experimentado ese dejar de prestar atención a alguien que nos encanta, solo para que venga más hacia nosotros.
Es humano, y nosotros somos humanos.
Y como buenos humanos hemos convertido en religión la frase de "no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos"
Que verdad más grande. 
Aunque me gusta aclarar a mi siempre que me dicen esa frase que ...
"En realidad siempre lo supimos, pero jamás creíamos que lo íbamos a perder"
Ay. Señor!
Si todos viéramos lo que yo veo en el hospital, creedme que nos encantaría madurar emocionalmente y apreciar cómo realmente se merece a la gente que nos quiere y tenemos alrededor.
Y puede que tal vez. 
La próxima vez que se nos haga un nudo en el estomago estando delante de cierta persona, en vez de esforzar por disimular ese dolor estomacal, ese temblor en las manos y voz, esa boca reseca y ese tartamudeo estupido, puede que nos lancemos a la piscina y lo expresemos abiertamente.
Y sobre todo muy independiente de si hay agua o no.
Porque la locura es un placer que tan solo los locos conocemos.
Y pienso que la vida está llena de ahoras, de momentos, de instantes, de personas, de cosas claras, de chocolate espeso, que la vida es tan corta, y que la verdad siempre debe ir por delante para bien o para mal ... 
Que si te gusta díselo, joder, no finjas y lánzate, me gustas si, y que? Déjate de tonterías y dilo, porque callártelo para que?
Hay cosas preciosas en la vida, y correr riesgos que merecen la pena la hacen aún más interesante. Porque arriesgarte por alguien que merece tu alegría, es lo más bonito que jamás vas a hacer en tu vida. 
Y quien lo ha comprobado cómo yo, lo sabe.

jueves, 25 de febrero de 2016

Él es .. La caja de Pandora.

"Como es él...
Él es una de las cartas más bonitas que hizo Neruda alguna vez.
Él es un verso de Sabina. 
Una canción de pereza.
Es la poesía más tierna de Machado.
Él es el cuadro más hermoso de van gogh.
Él es el viaje más profundo que jamás os hayáis imaginado.
Es sin duda la estrofa más alegre de la quinta melodía, de la banda sonora del amor.
Del amor. 
De mi amor.
Él es el mejor amanecer. 
El amanecer más sumamente deslumbrante y hermoso que jamás alguien haya visto.
Es el faro que guía los barcos por la noche. 
Los barcos no, mi barco.
La hoguera que más calienta la chimenea de mi cabaña en invierno.
Cuando sé que existen otras estaciones a lo largo del año, 
cuando antes existían más estaciones antes de que el invierno, tú invierno, se instalará para siempre en mi vida.
Para que me puedas entender.
Él es, quizás.
Mis mases y mis menos.
Mis ases guardados en alguna manga pérdida en alguna chaqueta de mi armario.
Mi sol, mi luna y mis estrellas.
Mi dolor.
Mi dolor de cabeza.
Mi vacuna.
Mi analgesia.
Mi hospital. Mi médico y mi enfermero.
También es mi enfermo y mi paciente.
Él es tal vez.
Mi relax y mi estrés.
Mi agua y mi sed.
Mi recuerdo, mi olvido, mi agenda, mis planes.
Él es mi mitad.
Mi universo.
Es mi ombligo.
Él es además ..
Mi guerra, y mi pequeño momento de paz.
Es mi hambre, mi pan.
Él es mi gozo. 
Mi duelo y mi miedo.
Es mi por qué. 
Él es mi valor y mi consuelo.
Él es mi toga, mi juez, mi divorcio, mi boda.
Él es mi esperanza. 
Y mi droga."



miércoles, 24 de febrero de 2016

Me enamora.

"Me enamora. 
La gente que siente, que siente mucho y de verdad.
Y que no se avergüenza de ello.
Me enamora la gente que miente piadosamente para no hacer daño.
Me enamora la que expresa y demuestra sin miedo.
La que no oculta las lágrimas, ya sean de alegría, pena o rabia.
Me enamora la gente que da abrazos que salvan mundos. 
Que da besos que dan fuerza y alegría.
La que te habla sin palabras y te conmueve con la mirada, acariciandote suavemente con los ojos.
Me enamora la que trasmite mil sensaciones y la gente que te eriza la piel y el alma.
La gente que piensa realmente.
Que dice la verdad ante todo.
La que defiende sus ideas, y emociones porque simplemente son suyas y porque son sinceras.
Sin compararse con nada ni con nadie.
Sin imponérselas ante nadie.
Me enamora la gente que vive. La que no pasa el rato de "la vida" 
La que se compromete, la que arriesga, la que viaja, la que aprende, la que se equivoca, la que sufre, la que decide, la que ama, la que se levanta una vez más a pesar de haber perdido la cuenta de las veces que ha caído, la que no se rinde jamás, la que siempre tiene algo por lo que luchar, seguir, alcanzar,mla que sueña despierta con los pies en la tierra, la que acepta un no como respuesta posible, la que deja huella, la que no se conforma con dudar toda la vida sobre algo, la que no le importa expresar lo que siente, la que no le da vértigo enfrentarse al miedo, la que no acepta no entender algo que se escapa de su cabeza.
Me enamora la gente que sabe que quiere, y va a por ello de cabeza.
De frente sin titubear, y sin arrollar a nadie.
Me enamora la gente que se sacrifica cuando es necesario y cuando cree conveniente. 
La que se viste de gala cuando toca celebrarlo.
Me enamora la gente que no cree en tan solo el físico y apuesta fuerte por la inteligencia y la mente.
Me enamora la gente transparente, la que reconoce fallos y errores, la que los supera y la que da sin esperar.
Me enamora la gente que baila sin pensar en nada y que mientras canta en voz alta. La que le gusta disfrutar y no espera nunca gustar ni ser gustada.
La que se deja llevar por el momento sin pensar si lo hace bien o lo hace mal.
La que se deja llevar por frases poéticas, música inspiradora, emoción instantánea...
Me enamora la gente que te arrastra s todo lo bueno que tiene la vida. 
Te da una vuelta en ese baile. Y ya no pareces tan pato bailando.
Me enamora la gente que hace las llamadas a deshoras. La que perdona y olvida. La que recuerda sin rencores. La que aprende de la experiencia, la que pasa página y asume la vida.
La que cree pero no se conforma con lo que ve. La que crea pero no destruye. 
La que camina, anda, corre, patalea, llora, grita, besa, abraza, salta, y hasta vuela.
La que sabe y acepta que y si no pues acepta, pero jamás finge.
Me enamora la gente que se cruza en tu camino en un momento preciso y precioso a la vez.
Me enamors saber qué has estado esperando a esa persona tras una esquina en silencio.
Me enamora la gente que aparece sin ser esperada, la que llega y te sorprende.
La que llega y te cambia la vida. La que llega y es bienvenida.
Me enamora la gente que quiere a diario y mucho.
La que no espera que un calendario o que algo malo ocurra para decir."
"Te quiero, te necesito en mi vida, por favor, no te vayas" 

Para gustos los colores.

Me gusta el color verde.

Y el verte, también me gusta.

Me gusta el olor a café por las mañanas, ponerme los auriculares y evadirme del mundo. Me gusta viajar. Y los viajes sin planear. Me gusta ver sonreír a alguien por mi. Tirarme horas haciendo planes de planes de planes. Me gusta hacer fotos. Me gusta la música clásica. Me gusta el cine y el teatro. Me gusta cantar. Me gusta bailar. Me gusta leer. -y que me leas-. Me gusta escribir. Escribirte.

Me gusta conocer gente nueva. Me gustan mis amigos. Me gusta mi futura profesión. Me gusta la medicina. Me gustan las tardes tomando cañas con ellas. Me gustan las noches de desenfreno y las mañanas de ibuprofeno. Me gusta el mar. Me gusta la playa. Me gusta ir guapa siempre. Me gusta mi familia. Me gusta mi perro. Me gustan las tardes de sofá y relax. Me gustan las sobremesas y los cafés de las tres que se alargan hasta las ocho. Me gusta soñar. Soñarte.

Me gusta dormir. Me gusta comer. Me gusta el otoño. Me gusta el verano. Me gusta mi pueblo. Me gustan los días de charla hasta las tantas. Me gustan los días de lluvia. Me gustan los buenos consejos. Me gustan las noches de copas que nunca acaban. Me gustan los abrazos a destiempo. Me gustan los besos sinceros. Me gustan los te quieros improvisados. Me gusta hablar. Reír, que me rías. 

Me gustan tus indecisiones. Me gustan tus palabras bonitas. Me gusta hacerte ver que me creo que me dices. Me gustan los ratitos de soledad. Me gusta estar rodeada de gente. Me gusta tu sonrisa. Me gustan tus ojos. Me gusta tocarte el pelo mientras te susurró al oído. Me gusta pensar. Me gusta pensarte. 

Me gustan  los refranes. Me gustan los dichos. Me gustan mis locuras. Me gustan tus locuras. Me gustan las frases vacías. Me gustan las mentes llenas y abiertas. Me gusta hablar contigo. Me gusta mirarte a escondidas. Me gustan las canciones que lo dicen todo. Me gustan tus miradas. Me gustan los silencios cómodos. Me gusta gritar. Me gusta el ron y el vino blanco.

Me gustan muchas cosas.

Ah, y me gustas tú.


jueves, 18 de febrero de 2016

Cajón de sastre.

Hace años, escuche un dicho.
Un dicho, redicho, que me gusta mucho 
"Cuando menos lo esperes, la vida te sorprende"
Yo es que creo, que de decirlo tantas veces.
Se ha hecho realidad.
Si, justo.
Porque, 
aquí estás, 
dejando el mundo al revés, pero un poquito más colocado de cómo yo lo tenía.
Haciéndome tragar una y otra y otra vez más mis ...
"No creo en nada que no vea, no creo en lo que siento, el amor no existe"
Y me réplicas con sonrisa sarcástica, sabiendo una vez más,
que jamás podría irme de tu lado.
Llegaste cuando menos compañía quería. 
Haciendo los días mucho más bonitos, y largos.
Ay Dios mío! Pero si yo no te quería en mi vida...
Viniste como un rayito de luz en un día nublado.
Igual.
Y yo.
y yo ahora.
No te puedo dejar salir de ella.
Llegaste justo, cuando empezaba a entender la vida, 
mi vida.
Cuando más convencida estaba de que no sentimos nada, que es mejor no sentir nada por nadie que te pueda hacer daño.
Cuando más quería vivir y dejarme vivir.
Pero me hiciste entender que lo bueno y lo que es para ti, 
te encuentra cuando dejas de buscar.
Que yo no te buscaba.
No te quería.
Pero bueno,
aquí estás. 
Durmiendo a mi lado.
Y no puedo evitarlo.
Te beso,
suspiro,
y ahora me replicó,
¿porque no te conocí antes?

miércoles, 20 de enero de 2016

No es el tiempo el que pasa, pasamos nosotros.

Hubo un tiempo mejor.
Un tiempo en que nuestra bebida favorita era el Malibú con piña, 
el 43 con chocolate,
o los chupitos de tequila.
Nuestra preocupación más grande 
la de que colara el DNI que nos había prestado,
y pudiéramos entrar en el garito de moda,
o en la súper fiesta que hacían los "mayores".
 Ansiábamos que pasaran los días para que cambiaran esas fechas, 
y poder entregárselo al puerta con aire de superioridad y satisfacción, 
diciéndole con la mirada un ya no puedes tirarme
Al menos no por la edad.
Los mejores planes eran en los parques oscuros en pleno invierno,
vaya rasca hacia, y que bien nos lo pasábamos conociendo a "todo el barrio" 
o a toda la zona...
Los cartones de sangría siempre en la mano, 
y si había que celebrar algo ya si eso, comprábamos alcohol más caro.
Saboreábamos el humo de las cachimbas recién traídas de Túnez, 
y los cigarros que comprábamos sueltos en el chino de al lado de casa.
Reíamos junto a compárelos de instituto, 
vecinos de barrio, conocidos de otras fiestas , amigos de amigos...
Y así, todos los viernes y sábados.
Si llovía daba igual siempre que estuviera aquel puente que cruzaba la carretera bajo el que resguardarnos.
Probablemente nuca más has sentido tanto frío como en aquellas madrugadas polares.
Temperaturas bajo extremis con gente que ahora mismo ni reconoces.
Feliz con tus medias transparentes, 
con tus Peep toes de moda,
caminando de un lado a otro congelada, 
intentado encontrar un búho que te dejase cerca de casa, por no pagar un puto taxi.
Se, que seguramente recuerdes que ahora jamás incumples las normas, 
pero en aquella época, las reglas estaban para romperlas...
Tampoco creo que nunca haya sido tan fácil planear una locura de viaje, como aquel que se suponía que iba a ser de fin de curso.
Un viaje retrasado por unos cuantos años, o bien por no tener tiempo o bien por no tener espacio.
Por toda Europa, hablando todos los días con tus amigas en España, recorriendo sitios que parecían de cuentos de hadas, redescubriéndose uno a sí mismo.
Jamás se que jamás te habrías preguntado tantas veces como es posible que existan lugares tan increíbles, 
que la vida jamás te haya puesto tantas trabas en el viaje y las hayas superado con aquella que te peinaba todos los días desde hacía 8 años.
Aún se que seguro que recuerdas tus primeras noche por Madrid. 
Aquellas en las que peleabas como rocky por entrar gratis.
Y que luego te pateabas Madrid descalza a las 6 de la mañana.
Viendo amanecer o bien con chocolate caliente entre las manos, 
o bien con alguien entre los brazos.
Esas noches de sábado en las que movíamos el pelo de un lado a otro,
en cualquier antro de la ciudad, que cuanto más oscuro y pequeño, mejor.
Al que íbamos solo porque "Fulanito es relaciones y dice que nos pasa" 
Era la excusa perfecta para ver al chico que te gustaba.
Luego llegó la universidad, y fue un cambio brutal. 
Cambiamos los libros escolares por enormes manuales, 
bolígrafos de colores por portátiles,
sillas de metal verde por aulas grandes de madera.
Cuando el mayor agobio es tener que estudiar en Navidad, 
entre regalo y regalo, 
tener que ir a la biblioteca a encerrarte 24 horas.
Llena de estudiantes, de papeles, de Prácticas.
Malcomer, maldormir, malhumorada ... Y así y así..
Y sin darte cuenta,
los años van pasando.
La vida va avanzando.
Van viniendo nuevos compañeros, 
nuevos amigos, 
nuevos conciertos,
nuevos vecinos,
nuevos novios ...
A veces se van los de toda la vida.
Cambiamos las litronas de cerveza por copas de vino blanco en el sitio de moda,
La música a todo trapo por listas de reproducción más selectas.
Algunos empezamos ya a trabajar.
Otros se marchan lejos en busca de nuevas oportunidades.
Otros se independizan, llenadose de casa.
Vienen las obligaciones, 
las clases de las oposiciones, de las especialidades o del master.
Las prácticas.
La carrera a contrarreloj frente a currículum  que son bastante insípidos frente a nuestro mayores.
Otros se fueron lejos.
Algunos están en la punta del mundo.
Otros se quieren ir marchando.
Y algunos siguen luchando por las últimas asignaturas de la carrera.
Cuadrar horarios es impósible.
Planear viajes casi impensable, cuando ni siquiera podéis poneros de acuerdo en ir a cenar un día a la semana.
Y entonces, 
te das cuenta.
Te das cuenta de que,
las mejores cosas ahora son poder unirte con quien de verdad a ti te apetece ver.
Es reunir a la gente que más quieres, el día de tu cumpleaños, 
una comida en casa, 
o sobremesa interminable en el restaurante de siempre.
Cenas con copas, y más copas y más copas.
Y si nos oponemos tontos hasta luego salimos por ahí.
Tardes después de estudiar, dando paseos dulces.
Una llamada que termina en un "¿nos vemos ahora?"
Festivales de música que jamás cambiarías a "ludovico" al estudiar por eso,
pero es verano, y son mis amigos.
Mañanas de biblioteca que terminan en cine.
Tardes de latina que terminan en discotecas, o en parques -otra vez-
Te das cuenta que prefieres una conversación cenando a pasar la noche gritando en una discoteca con los babosos de turno y hablando a gritos a tus amigas.
Prefieres atardeceres en las playas con guitarra, cerveza, amigos y ganchitos a resacas horribles tirados en la cama toda la mañana.
Tardes de peli y manta, a pasar frío en columpios. 
Y claro,
claro que te das cuenta, 
de que las vacaciones ahora consisten en horarios de vuelos,
abrazos, y despedidas en aeropuertos.
Agendas apretadas, y casi ni conversaciones por WA.
Y justo,
justo ahí, te das cuenta que te has hecho mayor.
Que nos hemos hecho mayores.
Que te importan los que te aportan y que quieres a los que cuidas.
Que los que de verdad han estado y están,
y se cuentan con los dedos de las manos.
Y que puede que lleguen nuevos, 
pero los de siempre, 
siempre estarán y siempre serán.
Porque ellos son los de siempre.
Los que hacen que la felicidad sea real,
porque se comparte.
Y eso, aunque cambie la vida, 
las circunstancias,
las metas,
las ambiciones ...
Eso, 
no lo cambias,
por nadie y por nada.

sábado, 16 de enero de 2016

Mantente radiante, que yo, mataré monstruos por ti.

He visto el dolor en ojos ajenos,
y en los míos propios.
Desilusión,
desesperanza,
angustia,
jugarretas de la vida.
He visto trenes y buses irse a pesar de correr detrás de ellos como si nos fuera la vida en ello, 
-Y, efectivamente ahí iba muestra vida-
He visto sufrir,
ojeras de dolor y angustia.
He oído llantos de pena,
He sentido los pelos de punta,
porque la suerte de uno mismo,
siempre, 
siempre, 
la hallamos en el de al lado,
O en el de en frente.
He visto llorar, y he llorado.
Pero he visto seguir, 
avanzar,
nunca parar.
He visto huir de la pena,
con sonrisas,
felicidad,
y brillos de ojos -falsos-
"No, si estás triste llora, no pasa nada"
He visto tristeza, mucha tristeza.
Y sobretodo he sentido impotencia,
impotencia de no poder hacer feliz.
He visto y lo peor, 
lo he sentido,
la angustia de tener que parar,
de frenar,
de quedarnos quietos en un lugar,
de no querer avanzar.
Lo reconozco, lo he sentido.
Pero doy gracias,
gracias a la vida, por quitarme tanto.
Por jugármela tantas veces.
Porque aunque ella misma,
el destino,
y el mismito karma,
me la quiera jugar.
Me ha enseñado que las victorias cuanto más difíciles, más azúcar guardan al final.
Como los colacaos, el cacao siempre se queda abajo.
Y si, ahora me encuentro jodida y radiante.
Y esta vez, mucho más lo segundo que lo primero.
Jodidamente feliz.
Por eso, 
sigue manteniendote radiante,
porque yo,
prometo,
y te vuelvo a prometer,
que yo,
mataré monstruos por ti.

domingo, 10 de enero de 2016

Prometo.

Prometo.
Yo, prometo.
Prometo olvidar.
Olvidar, perdonar y sobre todo agradecer.
Agradecer mucho y a muchos. 
Prometo decir no” cuando quiero decir “no”. 
Y, decir “sí” cuando de verdad lo sienta. 
Prometo.
Prometo ser más sincera conmigo misma,
y más honesta con el resto. 
Prometo no guardar un sentimiento. 
Prometo no acostumbrarme nunca, 
y aquí, te incluyo. 
Prometo decir todo lo que me apetezca. 
Prometo no preocuparme de lo que se me escape de las manos. 
Prometo no dar explicaciones que no van a ser entendidas. 
Prometo no excusarme. 
Prometo buscar ese par de zapatos que demuestren el esfuerzo por haberlos conseguido. 
Prometo adquirir ese vestido que me salvaría de una noche no planeada y de una entrevista de trabajo.
Prometo viajar más. 
Mucho más.
Volver a sitios los cuales han sido partícipes de instantes de perfección.
Volver sola, con aquella compañía o con compañía nueva,
pero volver.
Prometo tener presente que, 
igual que un día se está arriba, 
también hay etapas para estar abajo. 
Prometo sobrevivir al cambio. 
Prometo no ocupar el lugar que no me pertenezca,
ni asistir a lugares donde no haya sido invitada. 
Prometo contar hasta cien y no decir nada si lo que vaya a decir, 
como dicen, 
no merece más que mi silencio. 
Prometo despertarme por si lo necesitas. 
Prometo aprovechar los domingos. 
Prometo no beberme cada noche de sábado. 
Prometo pensar menos en el futuro. 
Prometo buscar cada término que desconozca. 
Prometo preocuparme sólo por aquello que requiera mi interés. 
Prometo darte un beso de buenas noches. 
Prometo no marcharme sin decir te quiero. 
Prometo limar las esquinas del cuadrilátero que tengo por cabeza. 
Prometo despejar la y, la x y hasta la z de la ecuación más difícil que se me presente. 
Prometo coger menos el coche y caminar más. 
Prometo cepillar tu pelo cuando tu artritis no te deje. 
Prometo taparte cuando no haya abrigo que te envuelva. 
Prometo recordarte mi nombre cuando lo olvides. 
Prometo escribir más. 
Prometo reír cada día. 
Prometo dejar de darle tres mil vueltas a un pensamiento que sólo requiera una. 
Prometo sentir cada kilómetro. 
Prometo llevar un bolígrafo en mi bolso. 
Prometo memorizar tu número de teléfono. 
Prometo escuchar más los consejos. 
Prometo quedar más con mis amigas, 
y mis amigos.
Aquellos que quiero y que me quieren incondicionalmente.
Prometo ir más al cine. 
Prometo no dejar que me cuenten la película. 
Prometo aprender cada día. 
Prometo cerrar el libro que ya se acabó. 
Prometo rechazar lo que no me haga bien. 
Prometo utilizar el rojo y el fosforito. 
Prometo decir “basta” cuando ya no pueda más. 
Prometo sorprenderme. 
Prometo aceptar lo que termina. 
Prometo hacerle frente a esa realidad. 
Prometo pensar como aquellos sabios que recitan mis libros de poesía, cultura clásica e historia. 
Prometo visitar La Habana, Alaska y Tailandia. 
Prometo acompañarte a ver una aurora boreal. 
Prometo no sentir frío a -20 grados porque tengo recuerdos que me abrigan. 
Prometo no vivir la soledad, 
pero darle la opción de que me acompañen.
Prometo actualizar mi lista de “pendientes”. 
Prometo tiempo.
Mucho tiempo,
para aquello que tan solo lo requiera,
y que a cambio me satisfaga con mi mayor deseo,
Felicidad.
Felicidad a tiempo completo y real.