Él es una de las cartas más bonitas que hizo Neruda alguna vez.
Él es un verso de Sabina.
Una canción de pereza.
Es la poesía más tierna de Machado.
Él es el cuadro más hermoso de van gogh.
Él es el viaje más profundo que jamás os hayáis imaginado.
Es sin duda la estrofa más alegre de la quinta melodía, de la banda sonora del amor.
Del amor.
De mi amor.
Él es el mejor amanecer.
El amanecer más sumamente deslumbrante y hermoso que jamás alguien haya visto.
Es el faro que guía los barcos por la noche.
Los barcos no, mi barco.
La hoguera que más calienta la chimenea de mi cabaña en invierno.
Cuando sé que existen otras estaciones a lo largo del año,
cuando antes existían más estaciones antes de que el invierno, tú invierno, se instalará para siempre en mi vida.
Para que me puedas entender.
Él es, quizás.
Mis mases y mis menos.
Mis ases guardados en alguna manga pérdida en alguna chaqueta de mi armario.
Mi sol, mi luna y mis estrellas.
Mi dolor.
Mi dolor de cabeza.
Mi vacuna.
Mi analgesia.
Mi hospital. Mi médico y mi enfermero.
También es mi enfermo y mi paciente.
Él es tal vez.
Mi relax y mi estrés.
Mi agua y mi sed.
Mi recuerdo, mi olvido, mi agenda, mis planes.
Él es mi mitad.
Mi universo.
Es mi ombligo.
Él es además ..
Mi guerra, y mi pequeño momento de paz.
Es mi hambre, mi pan.
Él es mi gozo.
Mi duelo y mi miedo.
Es mi por qué.
Él es mi valor y mi consuelo.
Él es mi toga, mi juez, mi divorcio, mi boda.
Él es mi esperanza.
Y mi droga."
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