Como queriendo decir "nada de lo que diga esta a la altura de lo que siento"
Así me quedo yo.
Sin palabras.
Cada vez que me viene con su pelo alborotado, sus labios resecos y sus preciosos ojos y me pregunta si esta guapo.
Guapo. Dice
Precioso, mas bien amor mío.
Precioso con esa mirada, que parece una ventana abierta a la esperanza.
Y con esa curva que se le forma en su boca, que parece quererme incitar a llevarme al paraíso.
Y donde siempre cierro los ojos, y deseo no cruzarla nunca.
Deseándome quedarme en el arcén maldito de sus labios.
O morirme allí, mismo.
Por exceso de velocidad, y de ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario