Que lo más difícil de soñar es despertar,
pero si no despiertas, los sueños jamás se harán realidad.
Que es cierto que dicen que el verano es fugaz,
pero,
a veces,
lo que comienza con un simple viaje a la playa, a la montaña, por Europa...
es todo lo que necesitas para despejar la mente, y abrirte los ojos.
Escribir un final para una vieja historia.
Y escribir el comienzo de una nueva.
Todo lo bueno se acaba, y el verano no es excepción, por algo a veces el otoño es tan deprimente.
La mayoría queremos que el verano no termine.
Que esos momentos, duren para siempre.
Pero todo el mundo estará de acuerdo en una cosa.
Y es que, el bronceado desaparece,
los fuegos artificiales se apagan,
y todos al fin y al cabo acabamos harto de la arena en los zapatos.
El final del verano es el inicio de una nueva rutina, de una nueva temporada, con la que nos sorprendemos a nosotros mismos,
mirando al futuro.
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