Páginas

lunes, 28 de diciembre de 2015

Inocente.

Inocente inocente
He pecado de inocente.
Por pretender que no sepas que eres mi novela favorita.
Y, ya sabes, que afición más tonta tengo a los libros.
Pero.. Ninguna de las antologías, o Biblias, 
se compara contigo.
Ninguna se compara, a los versos que recitamos bajo las sábanas.
Nada más precioso que los puntos suspensivos en tu garganta.
Y pequeños trazos que se quedan entre beso y beso en nuestra piel marcada.
Ven.
Abrázame.
Descansa tu pequeña y pensativa cabeza es mis múltiples palabras.
Cállame.
Cállame, ya.
Que no paro de hablar.
Encierra mi tristeza como solo tú haces.
Ninguna historia es más bonita que la nuestra.
No.
Me niego a creerlo. 
Y me niego a creer que alguien pueda dejar el vacío que tú dejas cuando te vas.
Pero vuelves.
Vienes, te quedas y tomamos café mirando al cielo.
Nadie elige de quien enamorarse, no.
Te juro que no.
Pero yo te vi, te vi y deje de fijarme en ningún otro.
La verdad es que conocerte fue la hoja más maravillosa que he pasado.
El párrafo más bonito que he leído.
El libro más precioso que jamás he acabado.
Cuéntame ¿cómo no iba a terminar queriéndote?
Si cada vez que mi madre habla de mis pasados. 
Yo solo te veo a ti, en mi futuro.
Y no sé que me angustia más, si hablar de atrás o quererte para siempre.
Eres la tormenta más perfecta que ha estallado en mi.
En mil pedazos cada noche, y vaya noches ...
Perdida buscándote, como busca una condenada su hogar.
Así busco yo tu cobijo.
Te cojo de la mano y vamos al cielo.
Que ya sé que lo bonito de querer a alguien es que queriendo a esa persona, aprendes a quererte s ti mismo.
Y así es.
Así es como aprendo de ti.
Día a día a querer sin prejuicios y sin vanidades.
Te amo.
Me cuesta decirlo, escribirlo y hasta pensarlo.
Pero es cierto.
Te amo.
Y es que cuesta y duele.
Duele exponer tu corazón a alguien que te lo puede machacar y sabes que lo haces porque no va a hacerlo. 
Viva la incongruencia.
Viva la redundancia.
Porque contigo me encuentro.
Duermo.
Si,
Duermo mirándote a los ojos cerrados 
estoy en paz y tranquila.
Mientras observo tu cuerpo que es mi mapa favorito.
Porque ...
Hay personas por las que perderías todos los trenes del mundo, con tal de quedarte un ratito más.
Y es que irónicamente, casi siempre son las mismas que consiguen hacerte reír y muy feliz, cuando pretendes parecer enfadada y triste.
Enfadada y triste por lo inocente que soy.
Inocente, porque quien me dijo que el amor no existía, ha venido a darme una hostia.
Con la mirada y la sonrisa más preciosa del mundo.
Mi mundo.
Tú.



No hay comentarios:

Publicar un comentario