Hasta que le deja paso a diciembre.
Y es que diciembre, maldita dulzura la tuya.
Diciembre.
Que llegas para quitarnos los sueños de todo el año,
las tristezas pasadas,
y vienes con anhelos de más.
Gritando,
gritando muy fuerte todo aquello que,
anteriormente nos habíamos propuesto, ya.
Y es que maldita dulzura tienes, diciembre.
Con ganas de que entre la Navidad,
que todos se vistan para recibirla.
Al igual que nos vestimos para recibir el año nuevo.
Con las mejores galas, y las mejores luces.
Cuando los polvorones cubren los armarios secretos de casa de los abuelos.
Y aprovechamos el puente de la inmaculada para redecorar toda la casa.
Diciembre.
Llegas, para hacernos balance.
Para hacernos pensar.
Que esta bien y que está mal.
Rebobinamos lo vivido y recordamos lo experimentado.
Dejamos atrás meses, muchos días, horas y millones de segundos.
Con amigos y con quién creíamos que eran amigos.
Cambiamos.
Pasamos.
Retornamos.
Y sobretodo avanzamos.
Nos recordamos todos los propósitos del 31 de diciembre del 2014 que ahora quedan casi en el olvido de aquel papel quemado el día de año nuevo.
Y es que diciembre,
llega,
nos proyecta,
Nos resetea.
Y nos reserva.
Nos pinta sonrisas pasadas.
Carcajadas hechadas,
Llantos desconsolados,
Viajes inesperados,
maldita dulzura,
la tuya,
diciembre.
Que eres el mes en el que nos autoprometemos ser mejores
Sabiendo que no lo seremos.
Has llegado pronto diciembre, muy pronto.
No dejas tregua al paso del tiempo,
para afrontar el hecho de que ya te acabas.
Que se acerca el 31 ...
Que perdemos el tiempo, que no somos conscientes.
De la fugacidad temporal de la vida.
Que los trenes que perdemos deseamos que sea porque en la vía esta lo que esperamos.
Y que los trenes que cogemos esperámos que dentro del tren vaya lo que deseamos.
Que no queremos itinerarios.
No queremos rutinas.
No queremos que seas tan oportuno,
recordando que el tiempo se escapa de las manos.
Que debemos exprimirlo tanto como podamos.
Vienes, nos regalas 31 días más, 31 oportunidades nuevas..
Nos dejas eso , para finalizar otro libro y abrir el siguiente.
Rellenado lo día tras día.
Mejores propósitos,
mejores deseos.
Que seguramente, como cada año no cumpliremos.
Pero sabes lo maravilloso que es ..
Que nos dejes esa ilusión y esa esperanza otro año más, de volver a internarlo de nuevo.
Maldita o bendita dulzura, de esto que aterriza hoy y que dentro de 31 días se esfumara, para tener otra aventura más que contar.
Gracias.
Siempre es un placer tenerte de vuelta.
Diciembre.
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