Que no.
Que ni eres el total,
Ni eres mi vida,
Ni eres el motivo por el cual vivo.
Pero tú.
Tú eres el motivo por el que el detalle,
se mejora.
Mejora cada acción.
Cada perspectiva,
haciéndola más bonita, si cabe.
Mejoras las vistas panorámicas,
de todo Madrid.
Mejoras el abrazo menos tranquilizador al finalizar un día de auténtica mierda.
La espuma de cerveza,
el azúcar del café, recién hecho,
las palomitas en mi película favorita,
mi canción favorita en la radio,
los hielos de aquel mojito.
Tú.
Tú eres las manos más calientes que hay,
en pleno invierno en mitad de la sierra.
Una tarde entera dando tumbos en tu moto por todo Madrid,
bajando la gran vía a velocidad de La Luz.
la chimenea en la casa de campito,
El olor a mar en pleno mes de agosto.
El gusto de ropa limpia colocada en tu armario.
El aperitivo de domingo a medio día.
Eres esa mañana en tu casa tocandome la guitarra, cantándome, con tu camisa puesta y tu olor en mi piel.
Un día de rastro en Madrid.
Mi libro favorito en un viaje en tren.
Fuente inesperada en pleno desierto del Sahara,
un día de playa en mes de octubre,
el cartel de bienvenida en un país nuevo.
Eres esos días interminables derrumbando las olas haciendo surf.
Eres un día en el campo jugando al golf,
mientras yo veo como me guiñas el ojo cada vez que golpeas la pelota.
El brillo de tus ojos, al tenerme cerca.
La ilusión en le estomago al verte venir desde muy lejos.
La sonrisa más tonta con ese mensaje inesperado.
Que no.
Que ya te digo que no
Que no eres el motivo por la que vivo.
No eres mi vida.
Que mi vida es todita mía,
Solo mía
Y de nadie más.
Y que por supuesto que podría vivir sin ti.
Por supuesto.
Pero creo que ...
En definitiva.
Eres suerte.
Eres magia.
Eres una casualidad del destino,
para cambiar mis planes.
Mis esquemas quemarlos,
tirándolos abajo.
Eres la bendición,
Un puto milagro bonito que creo la existencia solo para mí.
Eres un detalle que arregla la rutina,
la pasión que rompe los jodidos domingos,
la palabras amenas de un precioso lunes.
No.
No eres mi vida.
Eres la persona con la que quiero compartirla.
Sentirla, abrazarla, amarla, bailarla.
Eres un destino que tiene escrito la palabra hogar.
No porque seas mi vida, si no porque decido vivirla en común contigo.
Por ahora, hoy.
Y mañana,
ya veremos.
"Queremos lo que nos envenena y al final nunca nos salen las cuentas"
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