Páginas

viernes, 5 de mayo de 2017

Coco

La habitación está hecha una cuadra.
Y no de caballos.
Si no de perros.
He dejado a un lado el mínimo cuidado de guardar los detalles.
Y las distancias.
Al lado del piano.
Una cuna.
Que más que cuna parece un arcón lleno de juguetes.
Y que más que juguetes,
parecen recuerdos.
Recuerdos convertidos en muñecos de trapo
baboseados y mordisqueados.
No me fijo en nada de casa.
Voy de La Cocina, al baño, del baño al cuarto.
De mi cuarto a ti.
Me ha costado 10 años darme cuenta.
Te cojo.
Te cojo en brazos.
Ya no andas.
Te duele.
Lloras.
Lloras porque no eres independiente.
Te llevo conmigo.
Ojalá nos fuéramos lejos de esta ciudad en ruinas.
Y fuera de aquí.
Ojalá pudiera cuidarte y protegerte de todos los males del mundo.
Ojalá no me mirases con tus ojos color miel.
Nos metemos en el baño.
Te dejo en el suelo
Acurrucado.
Yo pongo el agua caliente, 
abrasando.
Quiero que todo el alcohol de vena se evapore.
Se esfume.
Casi tanto como el mal que te lleva a esta vida.
Salgo.
Salimos.
Son las 6 de la mañana.
Y tú.
Tú te despiertas, todos los días.
Todas la ssmenas.
Conmigo.
Desayunamos.
Y yo te hablo.
Te miro y sonrío.
¿En verdad, que haría sin ti ? 
La Cocina es un sitio muy frío a las 6 de la mañana un 20 de diciembre.
A veces cuando te veo soy capaz de saber que ha habido un montón de buenos pasados.
Creo, 
Firmemente creo aunque intentará escribirlos todos, odiaría en verdad darme cuenta que no recuerdo ni la mitad de los momentos que siento.
Te siento.
Respiro.
Fumo.
Bebo otro trago de café.
Lo necesito
.
¡Por favor, doble café en vena!
Porrón y cuento nuevo.
Pero de nuevo no veo nada.
De nuevo, la pesadillas que tengo.
De saber que va a ocurrir lo peor.
Que aún está por llegar.
Que aún está por llegar.
Tu.
Tú has construido mis diezyalgo y mis veintitantos.
Década prodigiosa de amor y odio.
De te acepto si te acepta.
Vuelvo a fumar.
La ansiedad de perderte, 
De no verte.
De no volverte a coger en brazos, 
De no volverte a besar,
De no volver a desayunar a las seis de la mañana, 
De no comer en cualquier sitio preciosos de Madrid y pensar en ti.
De no abrir más ese grifo de fuente agua fresca que tanto te gusta.
De noches furtivas.
Has sido bonito.
Has sido lo más bonito
Y siempre lo serás.
Me enseñaste a querer, sin poseer.
A querer sin fatigar.
A amar sin morir por ello.
Pero hoy.
Hoy solo puedo darte las gracias, 
Por todo.
Por ser mi primero, y único amor.
Por quererme y odiarme a partes equidistantes. 
Por todo.
Porque eres para siempre.
Porque mi corazón sin ti estará roto, estará vacío, estará solo...
Porque para mí eres mucho más que todo lo he los demás creen.
Para mí lo eres todo.
Eres mi todo.
Y por ello te doy las gracias.
Gracias por ser mi vida y por no dejar de ser mi vida nunca.
Siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario