Me gusta la media luna que se te form
cuando nos vemos después de tiempo.
Y esa manera, tan tuya, de disimular el entusiasmo al vernos de nuevo.
Me gusta esa curvatura de tus labios cuando sabes que tienes razón.
Me gustan tus ojos, tus pestañas
-esas pestañas infinitas las cuales envidio, a más no poder-
tus cejas, la forma en la que parpadeas y me gusta tu iris, también,
tienes un color precioso de iris, niño.
Me gusta verte despeinado, sabiendo que la importancia esta en el momento.
Siempre sabes todo, sabes hasta cuando creo haberme equivocado.
Me gusta tu olor a tarde de verano al sol,
y a noches de invierno junto a la chimenea.
Me chifla tu pelo, y las cosquillas en mi mano cuando te lo acaricio antes de irnos al dormir.
Me gustan tus manos -y adoro tus venas-
Me gusta la manera en la que coged las mías, para llamar mi atención, sin llamar la de los demás, como una especie de secreto, entre tu y yo.
Me gusta tu manera de hablar, sobre cualquier tema.
La forma tan peculiar de fruncir el ceño cuando no estas muy seguro o cuando yo no estoy muy segura de algo.
Tus mejillas sonrojadas, tu risa nerviosa, tus manos temblando, tu sequedad de boca.
Todo.
Todo eso tuyo.
Me gusta.
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