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sábado, 22 de abril de 2017

Sábado.

Hola.
Buenos días.
Es sábado.
Me he despertado temprano.
Quería, 
más bien necesitaba estudiar.
Dicen que los sábados son uno de los dos días de la semana,
en los cuales, 
las personas, 
sobre todo con conciencia intranquila.
Piensan.
Donde hay más sobras de comida,
y donde hay más cosas de las que uno debe arrepentirse.
Dicen que son días en los que el pijama hace el outfit del día.
O de ir a dar un paseo por el parque, mientras tomas un helado.
Son días de parejas, 
de salir a cenar.
De querer y de amar.
De compartir espacio, 
que no digo "ganas"
De hablar, 
de hablar sin que signifique ya nada.
De paracteamoles en vena.
De canciones en bucle.
De despertar en camas que no son la tuya.
De cafés fríos.
De duchas, o baños,
en bañeras llenas de pompas relajantes,
que relajar, no relajan nada.
De escribir, aunque ya no sepas que decir.
De comidas familiares.
De volver a casa.
De ir al pueblo.
De besar equivocadamente.
De gafas de sol.
De ver (en línea) que hacen más daño que cualquier golpe.
De hoy te quiero y dentro de 3 milésimas de segundo, 
ya no.
De no saber que sientes.
De rallarte más por imaginar que por saber.
De cotilleos.
De "que fuerte, que pasó ayer?"
De "no tranquila no me pasa nada"
Gritando "me pasa de todo"
De ti.
Que no hablas, que no miras 
y sin embargo gritas, chillas y observas.
Y entre todas estas pequeñas cosas.
Que hacen un día, 
un día tras otro.
Yo, salgo a verte.
Yo salgo a morder tu almohada 
y hacer que tu muerdas mi cara.
Contando las horas que mi ropa no tiene tu olor.
para así la próxima vez,
envolverte más en mi colonia.
Para que el domingo, 
día de perros,
sea mejor que hoy,
sábado.



Sería. Condicional

Como los gatos.
Los gatos sin 7 vidas.
Como los lunes sin despertador.
Y los domingos sin resaca.
Como no perderse entre tus piernas.
Como la vida sin música.
Y como la música sin la clave de sol.
Como llorar debajo de la almohada.
Y como la cama sin sabanas.
Como new York sin taxis.
Y París sin croasanes.
Como Madrid sin sus rincones.
Como Roma sin sus ruinas.
Y como Venecia sin su agua.
Como abrazar sin ganas.
Y como reír con desgana.
Como besarnos sin mantas.
Como los libros sin olor a papel.
Como follar sin ansias.
Como llorar sin ganas.
Imposible.
Y así es como sería la vida,
Sin ti.

viernes, 21 de abril de 2017

Reseteando la memoria

"Joder!
Ojalá.
Ojalá te hubieras visto hoy.
De la manera en la que yo te he visto.
Eres.
Eres jodidamente.
Jodidamente indescriptible.
Inmejorable.
Inigualable.
No entiendo.
No entiendo cómo un ser humano puede hacer eso.
¿Eso?
Eso de ser así.
Eso de hacer sentir.
Sentir tanto en tan poco.
Tan poco espacio. 
Y tiempo.
Sobre todo poco tiempo.
No entiendo.
Como nadie lo entiende.
Es una pregunta.
O mejor dicho una afirmación.
Quién sabe.
Yo sé.
Te necesito.
Te necesito como quien necesita respirar cuando lleva 2 minutos bajo el agua.
Pues igual.
Necesidad.
Plena.
Pura.
Dura.
Droga.
Que tengo lo que quiero.
Y quiero lo que tengo.
Que no hay mal que por bien no venga.
Que tú viniste cuando yo no quería.
Y que lo malo del aire.
A bocanadas de aire fresco se va.
Que quiero que me leas.
Como tú jodidamente sabes.
Que me da igual.
Que lo odies.
Que me da igual.
Lo que piensen.
Que yo celebro la vida cada día.
Cuando tú estás a mi lado.
Que celebró que te he conocido.
Y que celebró que estas.
Que eres.
Que quieres.
Que me tienes.
Que quiero cumplir 200 años.
A tu lado.
Cerquita.
No vaya a ser que me despisté.
Y te pierda.
Como pierdo los estribos cuando no me haces caso.
Cuando quiero que me quieras menos de lo que me quieres.
Cuando te beso y en mitad de ahí.
Me muerdes.
Proclamando tus dientes reyes de mi piel.
Que te proclamas rey de reinos, sin ni siquiera coronarlos.
Que no dominas, tan solo estás.
Y eso es lo que cuenta.
Estar, ser.
Cumplir metas, sueños.
Sentarse.
Besarse.
Bailarse.
Comerse.
Amarse"

miércoles, 19 de abril de 2017

Tóxico

"Everything that kills me, makes me feel alive."
Esa frase debería de estar tatuada en mi piel.
A fuego.
A vivo fuego.
Hace años aprendí en la cultura de lo suburbano, 
el misterio y el secreto de lo llamado 
"tóxico"
Bonita y estupida palabra.
Tóxico, 
¿que significa tóxico/a?
Según la R.A.E :
"Del lat. toxĭcum 'veneno', y este del gr. τοξικόν toxikón 'veneno para emponzoñar las flechas', 'veneno', der.de τόξον tóxon 'arco'.
1. adj. Que contiene veneno o produce envenenamiento Apl. a una sustancia u. t. c. s. m.
2. adj. Perteneciente o relativo a una sustancia tóxica."
Y ahí, 
entramos nosotros.
Los millenials,
Esos seres humanos capaces de adueñarse de todo lo que no es suyo.
Nos adueñamos de una palabra y se hace mainstream, mejor dicho favoritisima para usarla con todo tipo de situaciones, personas, compañeros, parejas, momentos, y hasta animales domésticos.
Me parece absurdo, 
y es que lo juro, 
voy a estallar como vuelva a oír la dichosa palabrita.
Es que no entiendo.
no entiendo que tengamos una palabra para describir algo que toda la vida ha habido.
Toda la vida hemos tenido ese compañero en clase, 
que nos ha puteado, 
que nos ha amargado la existencia y que era?
Era GILIPOLLAS, tal cual, 
tóxico, ahora.
Toda la vida nos hemos enamorado de un tío que tenía una relación doble con su ex,
Su relación era INSANA
era de sufrir, 
Ahora es tóxica.
Siempre hemos tenido alguna amiga, o amigo, que disfrutaba viéndonos sufrir, que se apegaba a nosotros por querer algo nuestro, no por querernos a nosotros.
Eso se definía como MALA PERSONA,
Ahora diríamos que es tóxica.
Esa palabra, 
que gracias
a las magníficas redes, 
psicológos de pacotilla
y amigos íntimos,
que describen a personas y situaciones ajenas como Tóxicas.
"Es que esa compañera tuya de clase, es tóxica" 
"Es que esa relación es tóxica"
"Tía, no le hables más, es tóxico" 
Y es que en verdad es como autojustificarnos para no buscar explicación.
Una buena explicación, un porque, un como, un donde, un cuando.
El ser humano, es increíble.
Es química, pura química.
Puros nervios, puros neurotransmisores.
En verdad necesitamos, 
"entender" con la facilidad más básica, 
que ocurre.
Porque ocurre.
Y claro está, hay situaciones y a personas que no queremos,
que las rehuimos de nuestra vida.
Por nuestro bien, tanto físico como mental.
Entendamos esto con ejemplos, 
fáciles, 
prácticos y que todos hemos vivido alguna vez, o que por suerte a lo mejor no.
-No queremos salir con un chico que nos encanta y que se encuentre con su ex y pierda el culo por ella-
-no queremos que el chico del cual nos estamos empezando a pillar, a las tres semanas nos diga que tiene novia-
-no queremos que nos impliquen que luchemos por causas perdidas y que a los dos días se pierdan por otra-
-no queremos que nos mientan, que nos engañen y que nos tomen por estupidas-
-no queremos ser aquella que tan solo vemos de fiesta y terminar como terminan todos los amantes-
-no queremos tener que dar explicaciones de nuestras relaciones pasadas-
-no queremos ser el clavo, mal clavado-
-no queremos si, pero no, no pero si. Perros de hortelano-
-no queremos que el chico del que más confiamos en un momento determinado y hundido de nuestra vida, nos saque de la mierda, nos de todo y nos maltrate psíquicamente, psicológicamente ...-
no, no lo queremos.
-no queremos que una de las personas que más importante ha sido para nosotros, nos diga que somos "tóxicos para el/ella"-
No queremos, nada de eso.
Que hablando de ámbitos, 
en el que más puedes encontrar la toxicidad, 
es en relaciones de pareja ....
-pero esto se achaca a todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida, en el que encontremos algo o alguien tóxico-
Pero que todos los hombres de mi vida, 
al fin y al cabo han sido "tóxicos"
Todos,
todos y cada uno de ellos.
Vaya.
No os parece increíble que si hacéis memoria, 
todo lo que se ha ido de tu vida, 
es porque ahora se llama que es tóxico.
En vez de intentar, 
encontrar el verdadero motivo por el que se ha ido, 
no va a volver, y sobre todo
no vas a volver.
Y es que es cierto,
nos resulta mucho más fácil describir con una palabra insana y dura, 
algo que nos ha hecho daño.
O con lo que nos hemos autodañado.
Pero no.
Y aquí, se explica el porque.
El por ...
Que no quiera entrar en la relación de un chico con su ex, es porque merezco más como persona, adiós.
Que no quiera estar con un chico con pareja, es porque empatizando con su pareja, yo no querría que me hicieran eso, adiós.
Que no luche por una causa perdida a pesar de que me lo digan y repitan, no es porque sea tóxico, si no porque me he cansado de luchar, adiós.
Que si no quiero ser un clavo, mal clavado, es porque yo soy más de tornillos, y de que se me escapen y se me pierdan, adiós.
Que nos maltraten psicológicamente no implican que sean tóxicos, implican que tienen una forma distinta de ver la vida, tiene su forma de vida, porque tiene un problema circunstancial de base, el cual con mi ayuda no podría arreglarlo, adiós.
Que alguien te diga que eres tóxico, no quiere decir en absoluto que lo seas, implica que se justifica y lucha contra sí mismo, por no revocar y reprimir los sentimientos buenos y el amor hacia la otra persona y se cabrea no pudiendo evitar odiarse a sí mismo por querer a alguien que un día le hizo daño, adiós.
Suele ser de ley que si alguien tiene el coraje de decirte tóxico, es porque tenía sentimientos puros hacia ti y le fallaste alguna vez en vuestra vida en común.
Y ¿ahora?
A que una vez dadas las razones, 
los motivos por el cual nos alejamos, 
no os parece que podemos avanzar más tranquilo con nosotros mismo, 
no os parece que la vida te da más de un motivo, 
y de una palabra como para dejar ir a alguien o irse de al lado de esa persona.
Yo creo que si.
La racionalidad del ser humano, 
entra más allá que cualquier moda, 
y que cualquier Sentimiento.
Porque al fin y al cabo, el conformismo desde luego, en mi.
Nunca tendrá cabida.



lunes, 17 de abril de 2017

Raíces.

Me libro.
Me libero.
Me desato de las cadenas opresivas, y ajustadas de la redes sociales.
Si.
Opresivas porque oprimen ideas, 
Y ajustan tu libertad.
Que haces, cuando lo haces, con quien lo haces.
Tengo suerte!
Y si, tengo mucha suerte, porque mi trabajo no se basa en ser la que más likes, más followers y más visitas tiene en su perfil.
Tengo suerte, de que puedo decir adiós.
Que puedo desprenderme de todas esas mentiras.
Toda esa felicidad falsa, envuelta en filtros de color rosa.
No.
No quiero.
No quiero seguir viviendo así.
No quiero que mi carta de presentación sea mis fotos de instagram.
No quiero que mi intelecto se mida en los post maravillosos de Facebook.
No quiero tener 20000 millones de amigos que ven lo feliz que soy y los cuales tan solo 7 pueden decir que me han visto llorar.
No.
Me niego.
Me niego a prestar más atención al teléfono.
Y menos a la vida.
Que la vida se escapa mientras cotilleo los estados del chico que me gusta, de mis ex amigas del colegio, de mis compañeras de hospital, y universidad.
Que la vida se me va si veo que ese chico con el que empiezas, le da like a la foto de la chica con la que estuvo. 
Que la vida me rehuye cuando veo que mi ex ha vuelto con su ex, que mis mejores amigas salen con niñas que me caen mal, que la persona que odio tiene una vida idílica y perfecta, que esa, aquella es más feliz, más guapa y más afortunada que yo.
Que la vida se me pira cuando nos comparamos con las anteriores, con las amigas o con las que pueden ser.
Que me voy yo, cuando lo que leemos entre líneas, es simple casualidad en verdad, y nos rallamos pensando, creyendo que hay más.
Y no, no, tan solo es un estado, una frase, una canción, una foto. 
Tan solo es eso ...
Y vivimos enredados en mentiras, en una red de mierda, basura y trapos sucios.
Nos describimos por nuestros linkelind, por nuestros viajes y por nuestras ex parejas.
Somos materia de carne de cañón.
Somos eso que se pasa el día entero cotilleando a los demás. 
Alegrándonos de las desgracias ajenas.
No.
No tenemos vida.
Esto, eso.
No es vida.
Hay que tener algo más que un móvil, para enfrentarse a la realidad.
Y la realidad virtual, no lo es.
Cuando tienes un punto de inflexión, 
puede que solo así seas capaz de entender la puta y cruda realidad.
A este punto de inflexión lo llamaremos.
Raíces.
Proqur parece que de los árboles a veces brotan raíces y nunca nos damos cuenta.
Que esas son las que marcan el destino.
Y aquí, no ha habido un árbol, 
ha habido tres raíces.
Tres jodidas y putas raíces.



jueves, 13 de abril de 2017

A.

No sabéis.

No tenis ni idea.

Del papel fundamental que ejercen las personas sobre nosotros.

Aún más, en momentos en los que las catecolaminas nos convierten en puro nervio humano, ansioso y represivo por no saber cómo ni que cambia la situación.

Ayer me encontré con una foto de hace tres veranos.

Guau, tres putos jodidos veranos.

Que se dice pronto -o tarde- más bien desde la perspectiva que se vea.

Yo digo pronto, 

pronto porque quien no corre vuela.

Como el tiempo.

Pues igual.

A la velocidad de un rayo.

De La Luz.

Del universo entero.

Y ayer le dije a la persona con la que salía en la foto 

"Sabes que me encontré una foto tuya y mía en la latina hace casi tres años ya"

Y él me dijo

"En serio? Y hemos cambiado mucho?"

¿Mucho?

Me pregunto que si habíamos cambiado mucho.

Y yo, no pude evitar reírme y decirle con una mueca sarcástica.

"No, no hemos cambiado nada, estamos exactamente igual"

Igual.

Que la palabra más monótona.

Suena como un ... tic-tac-tic-tac.

Como un aburrimiento de tarde de lluvia cuando tenias 6 años y estabas en pleno verano.

Igual.

Él, como siempre, me rebatió en las palabras monótonas.

Y me dijo "igual igual no podemos estar, físicamente si... pero mentalmente no"

Y ahí, 

Ahí comenzó otro de nuestros debates de terraceo, malasañeo, latineo, huerteo, sin vinos, ni cerves, ni sol, lleno de camisetas básicas y pantalones fitnnes.

Y ahí, nos dimos cuenta de la cantidad de vivencias, experiencias, malos tragos, lloros desconsolados, vinos sin tomar, palabras sin decir, risas y sonrisas de tardes largas de domingos y sábados ...

De tres años, que habían pasado los cuales físicamente estábamos iguales, pero llevábamos encima a la chepa mil aventuras, amores, desamores, de sueños y deseos rotos, malas experiencias, de casi rozar los sueños con la punta de los dedos, de consejos, vivencias, caminos recorridos de nuestra vida, equivocaciones, y sobre todo madurez.

Y si, hemos madurado, hemos crecido y nos hemos visto madurar y crecer, 

Nos hemos visto de bajón y enamorados si puede ser aún más de nuestra vida.

Gracias amigo.

Gracias por ver ayer la maravilla que no veía, 

"Veo que has madurado, hasta yo mismo me he sorprendido de la actitud que has tenido y de lo comprensiva, empatíca y condescendiente que has estado en la situación"

gracias por estar, 

ser, 

merecer, 

y confiar.

Que a las personas que te curan, hay que cuidarlas. 





miércoles, 5 de abril de 2017

Princeso.

Bien decía Aristóteles que el ser humano era animal sociable por naturaleza, o más bien celoso por naturaleza, mejor dicho.
Queremos lo que no tenemos, y lo que tenemos no lo queremos.
Y así, circulo vicioso.
De vicios inacabados.
Queremos una relación perfecta.
Peeeeeeerfectaaaa, 
idílica,
utópica.
Más dos cientos míl sinónimos de perfecto.
Que si a mi amiga la fulana -nótese la ironía del nombre- le regalo en la segunda cita el libro que ella quería, dedicándoselo y de paso bombones, flores, la llevó en coche al restaurante más bonito de Madrid y la beso tiernamente en la frente señalando que la quiere de verdad.
¿Y que?
¿Y que si a ti no te pasa eso?
¿Y que si tu príncipe ya no va en corcel blanco y aún está pagandos el coche que se le encapricho hace años?
Y que?
Y diez mil veces más, y que?
No pasa nada, 
no pasa nada si encuentras a alguien que no sabe cómo expresar lo que siente, si no sabe cómo darte detalles para que veas lo que siente, si no sabe que es regalar cosas preciososa, y tiene gestos románticos de llevarte el desayuno a la cama, o a casa, de regalarte mil spas y salidas los fines de semana, de bañarte en flores rojas los domingos, de acostumbrase a tu música y regalarte ese concierto que tanto querías, o del festival que siempre has querido ir, de llevarte a fiestas y bailes con su familia y amigos, de sosprenderte y de leerte defeds cada noche antes de dormir, si no te lleva a comer y a cenar a los sitios más chic de la ciudad, y no viajáis por los lugares más increíbles del globo terráqueo, y que?
Lo material, 
cualquiera puede comprarlo, 
cualquiera puede cómprate ese cocaolat de tu viaje a Cadiz con esa persona y decirte "acuérdate de mí, cuando te vayas a Belgrado" 
....mmmm mis amigas me dan también sus pulseras en la época de examenes.
¿Eso cuenta como amor verdadero?
Hoy puede que recuerdes como hace años los príncipes venían en corceles blancos, 
regalando las flores más bonitas de todo su reino, 
y hoy, 
hoy por desgracia nos topamos con pequeñas ranas de estanques que lo máximo que regalan es el tiempo que no invierten en si mismo.
Pero this is the live!
Los tiempos, la gente, la edad, las circunstancias ...
Han cambiado.
Todo ha cambiado.
Entre tú y yo.
Y esto que digo que no forme predisposición a opiniones.
Pero, que queréis que os diga, prefiero mil veces pasarme cuatro horas en mi portal, sentados viendo la vida pasar a las cinco de la mañana, que me venga a buscar a casa y recorrernos los lugares más mágicos e irresistibles de Madrid, cantar como locos, bailar, beber y disfrutar.
Terminar en el parque más feo de todo Madrid, y que me leas una carta que acabas de escribir, y me digas lo más bonito que jamás ni en todos los libros, he leído.
Bajar la gran vía corriendo y terminar en el templo de debod, justo para ver el atardecer.
Bajar al chino de la esquina y comprar las chucherías que más nos gustan, cebarnos, ponernos como auténticos cerdos y reír, no parar de reír.
Que las fotos de IG y Facebook se conviertan en recuerdos grabados en la retina, y se queden en cero.
Hablar, hablar y besar. 
Mucho de todo, y un poco de todo.
Leerle, 
leerle en braille y leerle en voz alta, 
viajar, y navegar sin rumbo dentro de libros con páginas llenas de flores y besos escondidos.
Que mi ramo de peonias se convierta en las flores más frescas de todo el retiro, y que mi desayuno de ¡buenos días Matías! Sea en su cama y con sus labios.
Eso, eso.
Eso es lo que yo quiero.
Eso es lo que yo espero de un verdadero princeso.