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sábado, 18 de febrero de 2017

Antes y después.

Te veo.
Te miro.
Te Pienso.
-y también pienso-
Que tal si ... eternizamos lo pasajero?
Lo eternizamos.
Y ya se vuelve inmortal.
Como tú y como yo.
Pasajero inmortales de una vida que no acaba.
Vivos por y para siempre.
¿Porque no?
Yo te veo 
Y me veo.
Antes y después.
Después de ti, siempre.
Después y antes de conocerte.
Y no.
No.
Ya no.
Yo
Ya 
Sin 
Ti
No -soy- 

Historias para conseguir dormir.

Hay historias que se encuentran en el borde un auténtico precipicio,
y a la par las buscamos en baúles de los principios.
O bien para no repetir el salto al vacío o bien para repetirlo.
Hay historias, 
que simplemente no terminan.
Que por mucho que nos empeñemos en cerrar.
Tapiar.
Enjaular.
La puta, jodida puerta.
La ventana e incluso la verja siempre permanecerá abierta. 
Y si.
Porque siempre, 
habrá alguien que encuentre la llave y la vuelva a abrir.
Todo.
Todos y cada uno de tus poros.
Erice. 
Todas y cada una de tus células epiteliales.
Tortue 
Todos y cada uno de tus pensamientos.
Y si.
También siempre, 
siempre es ese mismo alguien.
Tú.
Tú eres ese.
Porque no creo en el destino.
Ni en la suerte, todo sea dicho.
Ni en las casualidad, ni causalidades.
Creo en la vida.
Y gracias a ti, creo en la magia.
En la magia del amor.
En la magia de sentir más allá de lo que jamás nadie a sentido.
En la magia de conocer a alguien que te entuerta todo y yo solo piense en ti.
Creo en la magia.
En la magia como camino, jamás como destino.
Creo en ti, y confió en ti.
Creo y recuerdo cada uno de tus accidentes corporales, como si de una valoración primaria y secundaria se tratara.
Creo más en ti que en mi.
Eso es cierto.
No confío en mi, no confío en absoluto en mi.
Y se que tú a veces tampoco lo haces, pero también se que a pesar de todo y de todos...
Aquí sigues, siempre adelante.
Aquí, ahI.
Conmigo.
Confidente.
Compañero.
Amante.
Amigo.
Mitad, mitad de mitades de corazón de hielo.
Fuego.
Celos.
Te doy más de mil razones para odiarme y tú tan solo te quedas con la primera:
Conocerme mejor que nadie, más y mejor que jamás nadie ha hecho y que jamás nadie hará.
Y yo por el contrario té quiero por eso. 
Por amarme.
Con todo lo que ese significado implica.
No puedo odiarte a pesar de las veces que me justifico en hacerlo.
Quiero odiarte desde el mismo modo que te quise la primera vez que te vi.
¿Pero sabes que?
Me escaparía al fin del mundo contigo.
-Allá fine del mund-
Como te prometo cada dia que nos vemos. 
Como te prometo cada vez que intento interceptar un beso de tu boca, y noto cómo cae una estrella fugaz en el cielo.
Como te prometo cada noche que nos empapamos en alcohol con los ojos vidriosos de amor, y de odio.
De odio por no saber quién quiere más.
O simplemente me quedaría contigo sentada, a tu lado, contándonos lo puta que nos parece la vida, lo mucho que nos lloran los ojos de lo mucho que nos odiamos.
Mutuamente.
Con amor.
Quiero seguir así.
Aquí.
Sentada viéndote crecer y triunfar como persona,
viéndote caer como humano,
viéndote amar como hombre.
Estar aquí, toda la vida.
Toda tu vida.
Cada cambio de siglo, 
cada acierto.
cada tropiezo, 
cada sonrisa.
Aunque a veces nos cueste lágrimas, llantos, odios, berrinches, enfados y discusiones 
y eso haga incapie, en que nos cuesta aún más vernos.
No vernos.
No entendernos.
Y nos enfadamos con nosotros mismos,
y con el otro por frustrarnos al no saber que queremos.
Quien es el que quiere más o quien es el que quiere menos.
Y no.
Así no son las cosas.
Cada uno queremos a nuestra manera.
Tu a la tuya propia, y yo a la mía, menos impropia.
Y esa es la única forma que tenemos de amar.
De amarnos.
Te deseo.
Y quiero que este sea el motivo.
Uno de los doscientos mil billones que te doy para que sigamos juntos.
En esto.
Porque quiero ser yo tu motivo. 
Tu deseo.
Tu motor de sueños.
Tus momentos.
Tus orígenes.
Y tus recuerdos.


jueves, 9 de febrero de 2017

Coordenadas.

Siento luz de vida,

Pero tan solo cuando tu me miras.

Con esa mirada picara y traviesa, que desea desnudarme otra vez en la profundidad de la noche.

Y te juro, y perjuro.

Que yo esa sensación jamás la había vivido y sentido con nadie,

ni esos ojos, 

esos ojos tampoco se los había visto a nadie.

¡Para!, para el jodido reloj y que las agujas se jodan, 

quietas, mirando como hacemos lo que mas nos gusta.

El amor.

Y a la par deshacemos la cama, 

y los enredos de tu pelo,

y las excusas del alma,

las excusas que nos incitan a no volver a caer en alguien que te hace perder el norte, y el mismísimo el sur .

Que dicen que las brújulas se vuelven locas cuando encuentras a alguien que te hace seguir adelante, 

a besos, y a versos.

Y tú, tu te has convertido en mi brújula.

Celoso si otros me guían.

Guiador innato de tu casa a la mía.

Mi norte, mi sur.

Porque con tus primeras palabras me marque las coordenadas de tu destino, 

y desde entonces lo llevo grabado a fuego, 

sin sentido.

Todo sin sentido, como cuando despiertas de una pesadilla, 

y se convierte en sueño, 

en sueños con besos.

Que ni yo soy la bella durmiente, ni tu eres el príncipe encantador.

Que no.

Que ya quisieran ellos,

que los libros son los que tengo ocupando mi estantería y que por mi, 

escribiendo tú esta historia, 

se pueden quedar ahí para siempre.

cogiendo polvo, y esto iba con segundas.

Por que tú.

Tú y yo.

Pronombres personales, 

que marcan algo mas, 

marcan la vida.

Las ganas de vivirla juntos. 

Juntos y enredados como nos enredamos en esa manta en pleno invierno.

Y sin pronunciar palabras, sordos de miedos, heridos por el silencio de no querer pronunciar aquello que mas nos gusta escuchar, te …

Contigo he desechado fechas, promesas y alternativas a que alguien mejor vendrá, o que alguien mejor se fue.

Porque como ya te digo, 

para mi, 

haces y deshaces, 

escribes y eres.

Eres pagina final del libro que jamás termino de leer por quedarme embelesada en la ultima palabra de esa pagina que tanto me gusta, 

eres diccionario de miradas, 

que dicen mas que palabras, 

eres un punto y seguido porque lo nuestro, 

nunca acaba.

 

 

 

Lo imposible

De lo Imposible, nos enamoramos de lo imposible …

De lo imposible de no querer estar contigo.

De lo imposible de noches de locura corriendo por todo Madrid, y la luz de la luna haciéndonos de vela.

De lo imposible de tus lunares en la espalda, de recorrerte el braille que escribes por todo tu cuerpo.

De lo imposible de no aprenderme tus accidentes geográficos, tu risas de cosquillas y tu risa por compromiso.

De lo imposible de no querer cenar contigo todas las noches el resto de mi vida.

De lo imposible de no querer pasear por el parque todos los domingos de resaca y los viernes de vinos y cañas.

De lo imposible de no enamorarme de tus ojos color caoba y tu sonrisa de medio lado…

De lo imposible de no intentarlo mil y una evz mas contigo.

De lo imposible de pasar el máximo tiempo juntos.

Nos enamoramos de lo imposible de no quererte, adorarte, amarte.